my time is now (Nike)

PASA PASA ESTÁS EN TU CASA

COMO EN TU CASA



lunes, 29 de junio de 2009

Familias

Qué es una familia? Un padre y un hijo pueden serlo? Y una pareja nada más? Y un padre y un nieto? Y un grupo de amigos que viven juntos? Y si no hay vínculos de sangre, también puede haber familia?

Creo que desde que se adopta el rol de madre o el de padre, o el de abuelo, o el de nieto, primo o cuñado, ya hay familia. Pero no se da entre amigos. A los amigos los eliges, y no crean las mismas obligaciones. Como tampoco los mismos derechos. Ni siquiera los sentimientos se parecen.

Si no tienes familia, te falta un tirón desde la tierra madre que te ate a los lugares y las personas. La familia es ese punto fijo cuando uno mira para atrás. O puede ser hacia adelante. Según te pille en años. Pero sobretodo, la familia son los papás y las mamás. Ese tipo de papás y de mamás que te lo aguantan todo y nunca te dejan tirado, que te ponen de los nervios y que no paran de hablar, que te preguntan hasta por la forma de tu ombligo y se interesan por lo que has comido ayer y anteayer. Hay alguien más en el mundo que se interese por tu alimentación diaria? Alguien más que te llame siete veces cuando te pones malito?

Ese tipo de familia núcleo duro es lo que compone la última peli francesa El primer día del resto de tu vida. Y ya me debo de estar haciendo mayor, porque no me identifiqué ni con la adolescente incomprendida, ni con el médico frustrado por la falta de atención de su padre, ni con el eterno peter pan enamorado de una rock star que un día le dio su teléfono. No. Yo me identifiqué con la mami entrada en vivencias y ligeramente atractiva, que es capaz de espiar el cuaderno de su hija y descubrir a una desconocida, de echarle miraditas al profe de autoescuela y luego echarse para atrás en la puerta del hotel, y que emprende estudios de arte y se pone vaqueros rotos para sentir que su juventud no fue sino que es.

A pesar de los cientos de tópicos que pasan por la película, me gustó. Sobretodo esa sensación de personajes unidos por un tronco común, pero tan dispares entre ellos y tan solos en algunos momentos. Porque eso me parece a mí que es la vida en familias bien avenidas. Muchas cosas te pasan a ti solo, pero qué bueno cuando sientes que podrías, siquiera en condicional, compartirlas.

lunes, 22 de junio de 2009

la buena gente

Huye. Esta era la recomendación del periódico acerca de la peli que yo quería ir a ver. Pero cuando me pongo cabezota, no hay quien me pare, así que allá que me fui a ver Ejecutiva en apuros. Vale, admito que el título ya es fatal. Pero qué quieres? Yo salgo cansada de tanto pensar en el trabajo, así que quería algo absolutamente ligero. Noto en mi tono que me estoy excusando, y ni siquiera sé el porqué.

Y sí, el periódico una vez más tenía razón. La peli es de corre y no pares. Mala hasta decir basta. Pero oye, en algún momentillo que otro tienes tu expansión. Chico culto y profesional queda viudo y redescubre la vida en la naturaleza. Soltera fashion urbanita y ambiciosa que quiere llegar a vicepresidenta de multinacional y hará cualquier cosa por conseguirlo. Hasta vivir en Minesota o culomundo, que para ella es lo mismo.

Para entendernos, es la versión Hollywood de Bienvenidos al Norte, pero cutre, previsible y sin encanto. Lo que más me impactó fue que la cara de Renée Zellweger ya no es una cara, es una máscara sin expresión. Cuántos años tiene, doscientos veinte? La imagen es de vieja operada, cuarentas mal llevados, a pesar del cuerpazo. Qué raro, no? Si en Bridget Jones parecía una cría, tanto tiempo ha pasado?

Largo apropiado para los tiempos de crisis que vivimos, con recorte de empleos, ejecutivos sin sentimientos (remarco que ella quiere llegar alto, pero los que tiene más arriba siempre son hombres), gente honrada de pueblo cuyas vidas no importan a la multinacional... hasta que llega Renée y se enamora del sindicalista guapetón.

Y otra cosa. Qué manía han cogido los cineastas en mostrarnos a la buena gente de pueblo y la mala gente de la gran ciudad. El estrés de la capital, que te lo da todo y todo te lo quita. Renée tiene una casa en Miami Beach desde donde ve el mar, un descapotable en la puerta, altos tacones y un trabajo que paga todo eso. Pero está más sola que un topo en Nueva York. En el campo no saben de marcas ni de footing por la playa con la gorra de CK, ahh pero saben cocinar un buen estofado, disfrutar de una velada entre amigos de verdad, y sobretodo saben cómo enamorarse y vivir acompañados.

La buena gente se ha quedado en el campo. Así que no la busques bajo el asfalto. Tengo una amiga que se acaba de mudar de una gran ciudad a un pueblo mucho más chiquito. Ella se reconocerá enseguida cuando me lea. Creo que es muy feliz. Será que no es un cliché?

jueves, 18 de junio de 2009

Una mosca en el camino a la Casablanca

En una semana, mi héroe Barack ha escrito una nota para el colegio de una niña que hacía pellas por ir a verle, y después ha matado una mosca en un plató de televisión y frente a millones de telespectadores, con una frialdad y determinación pasmosas.

Será para compensar la ternura de la primera acción que lleva a cabo la segunda?

A mí lo de la niña me parece fácil de montar. Ahora, la señora mosca ya es otra cosa. Los medios debaten hoy acerca de la entidad del insecto, la realidad del mismo y su puesta en escena. Es decir: la mosca, era de plástico y estaba teledirigida para llegar hasta el Presidente y que él pudiera aplastarla mientras simulaba una concentración de sudoku? O, más bien, la mosca era de verdad pero le acababan de echar un flip para que se atontara y pudiera ser eliminada con facilidad?

La última opción es que Obama tenga las artes del profesor de Karate Kid. Te acuerdas de cómo mataba moscas sin pestañear? Pues eso.

Ahora me falta por saber qué dirán los ecologistas al respecto. Porque algo tendrán que decir a favor de la pobre mosca, o no? Yo las mato si puedo, y si son mosquitos no paro hasta que lo consigo. Si son avispas tiemblo hasta que se largan. Y si son arañas y están en mi casa no dudo ni por un instante que deben morir. Pero eso no quita para que piense en el pobre bicho que acabo de eliminar del medioambiente cada vez que los pisoteo como puedo. Y siempre me planteo si un día llegaran a gobernar ellos y lo que harían con nosotros, no sin cierto escalofrío por el cuerpo.

A Obama no sé qué le pasó por la cabeza. Lo que sí me pareció es que no mostraba ningún resto de culpabilidad por el asesinato de una mosca. Me dio qué pensar.

lunes, 15 de junio de 2009

Mercy James

Mercy James. No sé si me suena a estrella de rock o a esclava de plantación sureña. Pero en cualquier caso ese nombre se asocia ya a 11.000.000 de entradas en google. Y es que Madonna ya tiene a su cuarta hija en el bote. O más bien a la niña en el avión rumbo USA y a los que tiene en el bote es a todos los jueces del Tribunal Supremo de Malawi. Qué no harán trece millones aproximados de dólares, que se sepa, en orfanatos para el país.

Si yo fuera juez del máximo Tribunal de un país sin recursos económicos, el hecho de que Madonna decidiera aportar a las arcas estatales un dineral, sería determinante en mi decisión. Heroicidades las justas, y puestos a ponerme un precio que me lo ponga una rock star.

Si yo fuera una persona que lleva dos o tres años haciendo cola para que las autoridades de Malawi me concedan la oportunidad de considerar mi candidatura a padre adoptivo, previo pago de algunos miles de dólares, previa instancia a las autoridades de mi país, previo relleno de un montón de papelotes, previo examen pormenorizado de mi persona y mis ingresos y mis aptitudes, y previo permiso en mi trabajo para tirarme una buena temporada residiendo en Malawi antes de la adopción, tal y como obligan las leyes de adopción del país, en ese caso estaría muy cabreado y pensaría que no hay justicia en el mundo y que estas tías pesadas millonarias mejor harían adoptando caniches, que para lo que los van a ver entre gira y gira promocional, lo mismo les valdría un perrito.

Si yo fuera el papá de Mercy James, y nunca me ocupé de ella, pensaría que a mi hija le ha tocado la lotería. Y contrataría un abogado para ver si la lotería se hace extensiva a mi persona.

Si fuera el defensor del menor, denunciaría a todas las revistas que han mostrado la cara de una niña a la cual le van a hacer la vida imposible mientras puedan. Y de paso, denunciaría a su madre por permitirlo.

Si me convirtiera en Madonna, estaría tan alejada de la realidad mundana, que mis asesores pensarían qué tengo que pensar por mí.

Pero soy sólo Manuela. Y no sé qué pensar. No creo que todo se deba conseguir a golpe de talonario. Y menos que todo un hijo. Si uno quiere ayudar, va y ayuda. Si uno quiere adoptar, sigue los trámites y adopta. Si uno hace las dos cosas a la vez, se llama soborno.

jueves, 11 de junio de 2009

la otra mamá de Coraline

Constantemente tenía un sueño que ya no tengo. Vivía en una casa como la mía, de dimensiones normales, y un día descubría que por un agujero de esa casa se accedía a otra dimensión de la misma, con un montón de espacio extra por desempolvar.

No se me ocurría en ninguno de mis sueños comerciar con esos metros de más que, sin saber cómo, eran míos. Sino que me ponía muy contenta pensando en cómo iba a pintar las paredes, disponer del espacio para mis cosas y deleitarme con ese pedazote de casa y sus miles de posibilidades. A veces, con suerte hasta soñaba que las ventanas miraban a un jardín.

Eso mismo es lo que le ocurre a Coraline y sus dos mundos, la última peli de animación de Henry Selick (o el creador de la exitosa Pesadilla antes de Navidad) cuando descubre que la vieja mansión a la que se ha mudado con sus atareadísimos padres tiene una puerta en la pared tapiada con ladrillos. Sólo que ella necesita personas y no metros cuadrados. Mientras se aburre de habitación en habitación, soñando con una madre que sepa hacer tortitas dulces y pavo asado en condiciones, y con un padre que le muestre sus cuentos en vez de silenciarla para poder escribirlos, Coraline fantasea con la idea de que la pared en realidad no esté tapiada sino que contenga un pasadizo secreto.

Y a través de esas fantasias cobra realidad su otra vida, con otros padres iguales a los suyos pero con tiempo libre para dedicarle, y con una sonrisa de oreja a oreja veinticuatro horas siete días por semana. Sólo que no repara en un detalle. En vez de ojos, tienen botones.

Neil Gaiman es el autor de la obra que inspira Los mundos de Coraline, y la idea del muro que se transforma en pasadizo viene de su época infantil y del caserón en que vivía con sus padres. El nunca consiguió que los ladrillos que tapaban la pared se convirtieran en un túnel secreto, así que tuvo que escribirlo. Después lo combinó con las pesadillas que su hija mayor le contaba cuando tenía cinco años, acerca de una bruja mala que se parecía a la mamá de una niña imaginaria. Así que intuyo que el papá de Coraline tiene mucho que ver con el papá Gaiman.

La película está rodada con el sistema stop motion, lo que significa que cada una de las imágenes que vemos no son digitales, sino manuales, o sea diseñadas, fabricadas y pintadas una por una. 28 muñecos hicieron falta para construir a Coraline. La nieve está hecha de bicarbonato y pegamento. La hierba a partir de pelo sintético. Cada muñeco se contruye entre 10 personas trabajando en él de tres a cuatro meses. Cada secuencia se pasa fotograma a fotograma, así que una semana de rodaje filma unos 74 segundos de película. Cada escenario se monta físicamente antes de ser fotografiado. Se construyeron 207.336 diferentes expresiones del rostro de Coraline para que el director pudiera ir eligiendo en cada momento. Así podría seguir la locura hasta el infinito. Porque hay que estar rematadamente loco, en este mundo en crisis, para concebir un proyecto tan osado y brillante como éste. Aterrador y maravilloso. Y lleno de realidad, porque Coraline podría ser esa hija tuya que te mira aburrida mientras tú le dices que espere un poquito más, que ahora vienes a jugar con ella, en cuanto termines esta cosita de nada que tienes que hacer para la oficina...

lunes, 8 de junio de 2009

Jasad o el Cuerpo

JASAD se escribe con letra de Joumana Haddad, una libanesa de 39 años que está cañón y que además dirige la primera -hasta donde yo sé- revista erótica del mundo árabe actual. Sin tabúes, escriben para ella escritores árabes con nombre propio -nada de seudónimos- sobre el complejo del pene, las zonas erógenas, cómo masturbarle, los preliminares del sexo, jubiladas que no se dedican a pasear a sus nietos, la primera vez, sexo y poder, el cuerpo a escena, y muchos otros asuntos relacionados. Jasad significa cuerpo en árabe, y éste es el motivo central de toda la revista, en sus múltiples facetas e intereses.

Aceptan suscriptores de cualquier parte del mundo y la revista se distribuye en Líbano desde finales de 2008. El primer número se repartió en bolsas de plástico, y se agotó en dos patadas. Y lo más importante: estamos en junio y la revista no se ha clausurado ni se ha encarcelado a Joumana, que por otra parte es una conocidísima escritora con libros publicados en un montón de idiomas, entre otros el nuestro.

Siempre he dicho que tienen que ser mujeres musulmanas las que borren los tabúes de esa religión. O mujeres árabes, puesto que muchas de las reglas que les afectan no vienen de la religión, como a veces pensamos en Occidente, sino de tradiciones milenarias que no han sucumbido con el paso del tiempo.

De qué te vas a asombrar? Si aquí no hará ni cuarenta años que las mujeres todavía acudían con velo a la Iglesia. O que los papás amenazaban a punta de pistola a los novios de las hijas que las preñaban y luego no las querían esposar... No, no estamos tan lejos. Es cuestión de tiempo. Pero sí, sólo la familia cura a la familia. Y a nadie le gusta que le vengan los extraños a decirle lo que está bien y lo que está mal. A criticarle a su madre. A la madre sólo la critica uno y basta.

Así las cosas, celebro que una tía guapa como esta periodista y escritora se haya lanzado a una empresa que, cuanto menos, me parece heróica. Otros mundos caben en éste.

viernes, 5 de junio de 2009

la vieja isla

Sigo en campaña, con un poco más de optimismo. Es porque esta mañana escuché el único discurso que me pareció interesante para las Europeas del próximo domingo. Y es eso de siempre, que te decían en el colegio, en los ejercicios espirituales (yo es que vengo de colegio de monjas y luego curas), qué tipo de persona quieres ser, en qué tipo de profesional te quieres convertir. Y yo pensaba: yo seré una abogada que defienda los derechos de los demás. Bueno, no ha ido más allá de un sueño, pero nunca es tarde si la dicha es buena.

Pues bueno, Josep Borrell, expresidente del Parlamento Europeo, planteaba esta mañana en la radio qué tipo de Europa queríamos tener. Si una tipo Suiza, o una más universal. Qué hay de malo en ser como Suiza, pensé yo. Y bien, que está envejecida, que está montada en el dólar, que nunca se moja, y que permanece ajena a todos los asuntos de este mundo.

Y justo me imaginé así a la UE: una señora arrugada, vestida de perlas, brillantes y alhajas como colgajos, blindada con cerraduras, y leyendo novelas en su inmaculado jardín, mientras el mundo es eso que queda ahí afuera. Y ahí afuera se matan, se pelean, se agolpan a la entrada, se mueren, se juerguean. Dejándola al margen.

Que ustedes lo pasen bien. Me ha entrado, otra vez, un sueño terrible.

jueves, 4 de junio de 2009

Taparse la nariz

Elecciones europeas. No pensaba ir a votar este domingo, para qué? Un barbudo contra un larguirucho, a cual de los dos me da más sueño. Campaña aburrida hasta decir basta, cansina y vacía de contenido. Los debates van desde el Falcon del Presi hasta los seguratas de Aznar, y de ahí no pasan. Parlamento europeo? Para qué? Si los que deciden están en la Comisión y los nombran los Gobiernos... Si por lo menos Zetapé hubiera cogido el avión para llevar a su mujer a un teatro de Broadway. Eso sí es romántico! Yo para mi próximo cumpleaños quiero un pitote de seguridad que incluya desplazamiento en jet y entradas para la ópera de NY. No quiero ser Michelle, quiero ser Julia Roberts y enfundarme en su vestido rojo, misma talla.

Y en medio de todo ese sopor, llegó Cañizares y me sacó de mis casillas. Curas irlandeses que maltrataban y abusaban sexualmente de niños? Quinientos millones de dólares para que las familias norteamericanas no acusen a sus curas de pederastia? Y qué es todo eso frente a millones de vidas destruidas por el aborto?

Mayor Oreja le puso la guinda a la tarta. Justificó al cardenal, puesto que lo único que ha hecho es poner "una ordenación" dentro de "un conjunto de hechos aberrantes". Ergo... abuso sexual a menores menos grave aborto más grave. No lo he leído en El País. Escuché al candidato en directo.

Así que el domingo me pondré la camisa de batalla y me iré a votar, aunque me tenga que poner una pinza en la nariz. Yo también voy a hacer mi particular ordenación entre un conjunto de candidatos perfectamente prescindibles a una institución que no pinta nada.

martes, 2 de junio de 2009

Airbus 330

Si te sacas un moco delante de tu ordenador, pensando que nadie te ve, corres el riesgo de ser fichado por esa camarita situada en la pared de enfrente. Si no hay camarita, tampoco estás a salvo, podría estar grabándote un satélite perteneciente a los cuerpos de seguridad de élite de los Estados Unidos de América.

Si escribes un email que contenga palabras subversivas, como terrorista, revolucionario o iraní, quizá tu correo sea captado por la inteligencia estadounidense y nunca más puedas entrar en ese país. Si hablas de Venezuela, deberás hacerlo más cerca de los oídos de Chaves, que es igual de peligroso pero menos sofisticado.

En cambio, móntate en un avión. Cruza el charco. Paga tu billete con American Express y después identifícate con un visado. Es ahí donde corres el riesgo de desaparecer sin dejar rastro alguno.

Se llama Airbus. Iba cargado de 228 seres humanos. Entre ellos, no es que importe pero... había ejecutivos franceses, políticos italianos, un argentino que luchaba contra el tráfico de armas, un príncipe brasileño, una consultora catalana residente en Emiratos Arabes, un ingeniero sevillano de una petrolera, y muchos otros pasajeros anónimos con un montón de vidas que seguir.

Hay cinco países implicados en la búsqueda de la aeronave, entre ellos el Pentágono estadounidense, que peinan una zona de 120 kilómetros a la redonda y 5 kilómetros de profundidad de océano. Sarkozy habla de posibilidades 'ínfimas' de encontrar supervivientes. Y yo, con mi inmensa ignorancia, es que no entiendo cómo se pierde un avión. Ni que lo pilotara David Copperfield.