A Sánchez Dragó le conocí nada más que en una Feria del Libro de Madrid, creo recordar que de 1997, en que presentaba alguna obra suya que yo quería que me firmase. Hice la cola como todo hijo de vecino y después me puso una amable dedicatoria con la mejor de sus sonrisas, y yo, no me ruborizo en decirlo, quedé encantada porque él me parecía un personaje fascinante.
Antes de eso, una amiga mía había estado saliendo con un hijo suyo. Debió ser hijo reconocido tardíamente porque, al parecer, se conocieron en el Parque del Retiro, si la memoria no me falla, cuando el chico tenía 16 añitos ya. De dónde lo tuvo y porqué no le vio hasta esa edad, ya no recuerdo la historia. Pero sí que me contaba ella cómo habían fumado porros en la casa del papi, y que lo único que tenía en la nevera era una bolita de hachis o algo así. Había pasado en los ochenta más o menos. Y bueno, ni qué decir que entre eso y sus viajes iniciáticos por la India y demás me tenía obnubilada. De pueblo que es una.
Y poco a poco le fui desmitificando, con sus salidas de tono toreras y otras idioteces varias que, en mi modesta opinión, van saliendo por su boca cada vez que la abre en público. Pero claro, está eso de la libertad de expresión y diversidad de ideas, así que tenía todo el derecho del mundo a equivocarse y decir el máximo de tonterías por minuto que a mí me pudiera parecer.
Hasta que llegó su último libro Dios los cría... y ellos hablan de sexo, drogas, España, corrupción..., editado por Planeta el mes pasado y que acaba de saltar a los medios de comunicación por su famosa ya página 164. En esa página, por lo que he podido ver en los medios, que le citan textualmente, Sánchez Dragó relata sus experiencias en el Tokio de 1967 tan ricamente "un día, me topé con unas lolitas, pero no eran unas lolitas cualesquiera, sino de esas que se visten como zorritas, con los labios pintados, carmín, rímel, tacones, minifalda... tendrían unos trece años... subí con ellas y las muy putas se pusieron a turnarse. Mientras una se iba al váter, la otra se me trajinaba". Y después añade glorioso "El crimen ha prescrito, así que puedo contarlo, aparte de que las delincuentes eran ellas y no yo".
Después de que Pérez Reverte llamara 'mierda' a Moratinos en su twitter por llorar en público, no podía dar crédito a que otro escritor se saliera de tono de forma tan absurda en la misma semana. Entonces pensé que quizá era una novela, y que cómo se pone la gente con los temas de pederastia aunque sean ficción. Pero para mi alucinación personal, se trata de un libro de no ficción en que Sánchez Dragó conversa amablemente con su amigo Albert Boadella del mundo, la política, y 'sobretodo las mujeres' dice Planeta, para la posteridad.
Varios medios de comunicación, sindicatos y demás plataformas han pedido su dimisión immediata de Telemadrid, donde presenta un programa. Pero la única que de momento ha dado un paso al frente ha sido Viajes Barceló, que nada menos le había contratado para un viaje promocional por Japón a finales de noviembre, y ha emitido un comunicado cancelando el mismo. Los libreros también llevan buen camino, parece que están devolviendo masivamente el libro a la casa que lo parió, o sea a Planeta, y que con su pan se lo coman.
Yo, sin embargo, no salgo de mi asombro. No ha sido por un motivo semejante y en la misma época que Polanski casi ha sido fusilado por los tribunales estadounidenses y por lo que no se le permite la entrada a los USA?