my time is now (Nike)

PASA PASA ESTÁS EN TU CASA

COMO EN TU CASA



viernes, 31 de julio de 2009

No fastidies

Irse de vacaciones por un mes es un lujo asiático que no se conoce en muchas partes del mundo. Pero en España así son las cosas todavía.

Las multinacionales luchan encarnecidamente por cambiar las cosas. Te presionan durante la última semana del mes de julio para que te sientas horrible de pillarte un mes entero de ocio, campo y playa, mientras ellos, el resto y el ombligo del mundo, son gente civilizada cuyo período de asueto se reduce a dos civilizadas semanas.

Yo soy partidaria de cogerme fiestas siempre que se pueda y todo lo largo que me autoricen. Lo más que las acortes, es tiempo que luego, por mucho que te propongas, no recuperarás. A no ser que seas funcionaria. Pero en la empresa privada, si das la mano se quedan con el brazo y te muerden la clavícula para asegurar el tiro. Así que ni una concesión. Esos sí que son ladrones de tiempos, Quique...

Así que viva este país y viva el mes de agosto tórrido y siestero!!! No renuncies nunca a tu ideal de vacaciones bajo un cocotero, sin blackberry, sin portátil y con un gintonic y mucho hielo. Y a ver si ETA no nos jode más de lo que ya lo ha hecho. Siento terminar amarga, pero la muerte es lo que tiene. Y eso sí que es importante.

martes, 21 de julio de 2009

Tiempo para quererte

No estoy de acuerdo con las últimas declaraciones que he leído de Orhan Pamuk, y que transcribo a continuación "tanto las estadísticas sobre turismo como los expertos en matrimonios afirman que hasta las parejas más desdichadas se sienten más próximas durante las vacaciones". El País dixit.

Más bien a mí me parece que las vacaciones son la prueba de fuego de cualquier relación con vocación de permanencia. Si en vacaciones te aburres con tu novio, por dios déjale en cuanto bajéis del avión de vuelta -antes sería de pésimo gusto-. Yo, que siempre hago todo al revés de lo que pienso, dejé a un novio el mismo día que empezábamos las vacaciones juntos en un destino paradisíaco, y el trayecto de vuelta, que para postres era en coche, fue un horror irrepetible.

En vacaciones hay tiempo de aburrirse, de hablar, de quedarse sin conversación, de discutir, de tomar decisiones trascendentales como comer en la playa unos bocatas en taper o en el chiringuito una paellita con vino blanco -ahí asoman los bolsillos y sus dueños-. Asoman también los michelines, de haberlos, en todo su esplendor, y las caras sin maquillaje.

Por no hablar de 'vacaciones con niños', si es que ambos conceptos no son per se incompatibles. Si superas ésta, es que tu relación es de las infinitas.

Por lo demás, cualquier abogado de divorcios te dice rápidamente que sus clientes se incrementan considerablemente en el mes de septiembre. Durante el año el trabajo y las ocupaciones varias te impiden caer en la cuenta de tu propia realidad. Pero en vacaciones no puedes escapar de ti misma. A dónde te vas, al fondo del mar?

El artículo de Pamuk también dice que hay ciudades para enamorarse, ciudades para vivir, otras para divertirse, ciudades para salir corriendo y hasta ciudades para morirse. Yo de morir ya dije que Suiza y en manos de un artista japonés me parece lo más civilizado a la vez que sensual -ver mi post anterior-. Para vivir me quedo con la mía, para trabajar también, y para salir corriendo creo que elegiría alguna ciudad industrial del Norte de Inglaterra, desde mi desconocimiento absoluto del Norte de Inglaterra. En cuanto a Venecia, tampoco puedo estar de acuerdo con Pamuk cuando afirma que es una ciudad para ser feliz. Venecia y París sirven para escribir novelas, sufrir mucho y sacarles partido.

Hala, felices vacaciones!

viernes, 17 de julio de 2009

Despedidas

Me paso el día llorando. Pero no es que esté triste, no, es que tengo un trancazo SIN gripe A que es la bomba. Así que me ha sido fácil sensibilizarme externamente con un número considerable de muertes estas últimas dos semanas. Pasando por alto las más desgraciadas y más televisadas, la de Ryan por una decisión fatal de enfermería y la de un crío que su mamá se dejó olvidado en el coche, hay otras que me han dejado particularmente noqueada por un rato. Son noticias, duran un rato en la cabeza y luego uno vuelve a sus asuntos. Cuestiones de la supervivencia.

Una chica arrollada en Zambia por un elefante. La primera y última vez que entré en contacto con los elefantes fue en Tailandia, y dejé felizmente que uno de esos magníficos -y atontados por sus criadores me parece a mí- ejemplares me subiera todo lo larga que soy con su su trompa por los aires. Tengo fotos que dan fé de ello, y de mi felicidad inconsciente también. De la muerte de Laura Peláez sólo se sabe que es la víctima de una estampida de elefantes en un parque nacional, por ahora.

Sir Edward Downes y Lady Downes han decidido suicidarse en Suiza con la asistencia de Dignitas, una asociación que favorece el suicidio asistido, que no la eutanasia activa que también está prohibida en ese país. Downes estaba considerado "uno de los mejores directores de orquesta británicos de la posguerra", cita El País de ayer, y su mujer era bailarina, productora y coreógrafa. Llevaban juntos 54 años y los dos se hallaban gravemente enfermos. No importa de qué. Cito de nuevo al escritor André Gorz y su magnífico libro dedicado a D, su mujer, con la que se suicidó hace algún tiempo (ver mi post de diciembre 08):

"Recién acabas de cumplir 82 años. Y sigues siendo bella, elegante y deseable. Hace 58 que vivimos juntos y te amo más que nunca. Hace poco volví a enamorarme de ti una vez más y llevo de nuevo en mí un vacío devorador que sólo sacia tu cuerpo apretado contra el mío. Por la noche veo la silueta de un hombre que, en una carretera vacía y en un paisaje desierto, camina detrás de un coche fúnebre. Es a ti a quien lleva esa carroza. No quiero asistir a tu incineración; no quiero recibir un frasco con tus cenizas. Oigo la voz de Kathleen Ferrier que canta Die Welt ist leer, Ich will nicht leben mehr (El mundo está vacío, no quiero vivir más) y me despierto. Espío tu respiración, mi mano te acaricia. A ninguno de los dos nos gustaría tener que sobrevivir a la muerte del otro. A menudo nos hemos dicho que, en el caso de tener una segunda vida, nos gustaría pasarla juntos".

Cuando termino de leer este párrafo siempre me quedo sin habla y lagrimeando, con o sin catarro de por medio.

Y por último, vayamos a la ficción. La última película estrenada en España del director japonés Yohiro Takita, Despedidas, cuenta la vida de un músico reconvertido a enterrador, y cómo el arte a veces está en las manos de uno e inunda todo lo que toca, incluso a los muertos. He acudido a varios entierros en España, algunos de cuerpo presente y otros no, y nunca jamás veré un espectáculo tan conmovedor como el arte de preparar a un muerto para la última despedida de sus familiares como los que emprende con sus manos el artista Kobayashi.

Así que, si un día decides morirte, primero te pillas un vuelo a Suiza, donde lo puedes planear con cierta antelación y tolerancia. Y después encárgate de que tu cuerpo sólo sea manipulado por enterradores profesionales como Kobayashi. Tu familia creerá que te has muerto de alegría.

martes, 14 de julio de 2009

Poner el trasero

Constato que nunca haré carrera profesional. Como abogado, se entiende. Es la segunda vez que una empresa me pide que figure en primera línea de ataque con el batallón de élite, y que me niego en rotundo.

Esta vez me piden que represente a la empresa que nos va a robar el corazón, o nos lo va a comprar, que es lo mismo. Que mi nombre se estampe en letras de oro en ese contrato que destripará a la multinacional que represento desde hace diez años ya. He dicho que no. Hay consideraciones de orden profesional, ético y estético. Pero la mayoría de mis razones son de índole personal y sentimental. No seré yo quien te venda, cariño.

La primera vez fue Oliver quien me solicitó amablemente que me hiciera administradora de sus empresas radicadas en Luxemburgo y otros paraísos fiscales. Con un incentivo económico, claro, por la responsabilidad del cometido. Dije que no. Fue la primera vez que le dije que no a Oliver a algo. Fue el principio del fin, también.

Cuando estudiaba derecho me planteaba qué tipo de profesional quería ser. El tipo hijoputa que te la clava o el tipo que te saca la estocada y cose la herida. El primero cobra un pastón y el segundo las migajas.

Elegí dormir tranquila. Y he vuelto a elegirlo esta mañana. Todo lo que quiero que me despierte por la noche es la voz de mi hijo gritando 'maaaamaaaa veeen y daaaameee la maaniiiiitaaaaa'. Y creo que me tendrían que valorar por eso. Porque no pongo el trasero sino la cabeza bien alta cuando digo 'no, eso yo no lo firmo'. Pero es fácil negarse a poner el trasero cuando lo tienes cubierto.

viernes, 3 de julio de 2009

El mundo de los niños

Por fin una buena noticia en Cataluña. Al menos a mí me lo pareció al leerla esta semana. Se va a poder profesionalizar la ayuda familiar o acogida a niños 'desamparados' por parte de las familias catalanas que lo soliciten -y que lo valgan-.

En Cataluña hay aproximadamente 7.000 niños, y por niño se entiende todo menor de 18 años, bajo la tutela de la Generalitat. Por razones variadas, pero fundamentalmente porque sus familias no están capacitadas para cuidarles y velar por sus intereses, así que de modo voluntario o involuntario, acaban en centros públicos de acogida.

La alternativa al centro de acogida es la acogida en familia. Un niño que proviene de un ambiente familiar poco propicio, por decirlo suavemente, de pronto aterriza en tu casa. Se hace dueño de tu cuarto de baño, le cedes una cama, se apropia del mando de la televisión, le pones un plato caliente cada noche para cenar, y le llevas de vacaciones haciéndole sitio en tu coche. Quién puede permitirse ese lujo? Es más, quién quiere permitírselo? Tiempo para educarle, para integrarle, para cuidarle, para divertirle, para proporcionarle, en definitiva, un hogar. Puede que él no sepa nada de horarios. Puede que nunca le hayan dado un abrazo en su vida. Puede que no tenga hábitos de higiene. Y hasta que no sepa lo que es una familia. Cuántas horas de tu vida estás dispuesto o dispuesta a invertir en esta personita?

Y lo mejor de todo. Llegará un día en que un Juez decretará que su familia de origen ya está lista para recibirle de nuevo. Vendrá un funcionario de la Generalitat y se llevará al crío como si tal cosa. Y no sabemos si te darán derechos de visita, si volverás a estar con él en el futuro, si mantendrás algún vínculo. No. No es tu hijo. Puede que nunca sea tu hijo.

Bien. Con estas características, no te extrañará que a la Generalitat catalana le cueste encontrar familias con estos fines tan loables de la acogida. Así que se han puesto manos a la obra y han decidido que esta ayuda podría profesionalizarse, por qué no?

Si eres un profesional de la educación, o lo es tu esposa o esposo, y quieres hacer de esto un medio de vida, ahora en Cataluña puedes. Tienes que estar dispuesto a recibir en casa a niños que necesiten educación especial, por problemas cognitivos o enfermedades crónicas, o bien porque se trate de varios hermanos a los que no se pueda o no se quiera separar. Dedicas el total de tu tiempo hábil a cuidarles y educarles, porque no se trata de que lo combines con otro trabajo, sino de que tu trabajo sean ellos y estén en casa, y a cambio la Generalitat puede llegar a pagarte hasta 50.400 euros al año por ello.

El primer borrador de novela que escribí a los quince años tenía que ver con una familia 'bien' que acogía en su casa a un adolescente salido de la cárcel, y los conflictos que, a partir de ahí, se producían entre el hijo único y malcriado de la familia y el chaval recién llegado. Fue lo primero que escribí seriamente en mi vida. Mitad porque me iba el conflicto, mitad porque era una fan incondicional de los libros de Martín Vigil. El me llamaba 'la amiga de los niños'. Yo quería cambiar el mundo. Pero el mundo me hizo abogada de multinacional. Qué se le va a hacer, nadie es perfecto.

Buena suerte, Generalitat.