Mi hijo tiene cinco años. Lo que le gusta al salir del cole, después de pasarse allí de 9 a 5, lo que suma 8 horas de jornada laboral, es ir al parque con sus amigos, o a casa y pintar, ver algunos dibujos, merendar en el sofá, contarnos qué cosas han hecho en clase, con quién jugó, a quién castigaron esta vez... ya hace dos extra escolares en el mismo centro: natación y judo, lo que le supone salir un día a las 6 en vez de a las 5. Ya está, no?
Para mi asombro, en la web que tenemos de papás y mamás concienciados con la educación de nuestros hijos, compruebo que hay ya varios papás y mamás preocupados por si el año que viene darán francés en la escuela -además de inglés, catalán y castellano- y otros que proponen clases de tenis de seis a ocho de la tarde, y otra mamá que responde que el suyo va a clases de chino pero que también se puede estudiar ruso en el mismo centro, otros van a teatro para mejorar su expresión corporal... y yo lo entiendo todo, pero no nos estaremos agobiando antes de tiempo? Dios mio que jueguen, que hablen con sus amigos de todo y de nada, que hablen con nosotros, que se tumben a la bartola un rato antes del baño y la cena, que interactúen con sus hermanos pequeños o mayores si los tienen, que no hagan nada y se aburran!!!
No recuerdo muchas cosas de mi infancia, tengo poca memoria, pero alguna tengo, y recuerdo a mi madre cuando le iba con lamentos tipo 'es que no sé qué hacer' y siempre me respondía 'pues te lo inventas!'.
Creo que los papás de ahora, de puro concienciados, no les dejamos ni aburrirse, por si acaso nos toca bailarles una jota. Les llenamos de actividades entre semana y el fin de semana de modo que no les quede tiempo ni de respirar. Objetivo encubierto: que lleguen a casa extenuados y no nos den mucho la tabarra. Objetivo políticamente correcto: que se formen para este mundo cruel y desigual donde, si no son los mejores en algo, no sobrevivirán.
Y con eso les contagiamos nuestros miedos, nuestros fracasos, nuestros temores, nuestras prisas y nuestro estrés generacional. Aburrirse debe de ser un placer.
5 comentarios:
Cierto es que crecí en otra época, pero nunca fuí a ninguna actividad extraescolar. Tambien es cierto que eramos muchos hermanos, que mi madre no trabajaba fuera de casa y que en casa tambien vivía mi abuela. Pero sí que es cierto el planteamiento que haces, ¿hasta donde llega el querer que el niño se forme para un futuro y donde empieza la transmisión de estrés y agobio que el ser adulto lleva impreso de por sí? Por mí, viva el aburrimiento, tanto en los niños como en los mayores.
ANOUK: yo sí que pillé varias extraescolares, pero no tenía hermanos, y lo que sí era más mayor cuando iba a extraescolares... pero es verdad que lo de aburrirse debería ser un ejercicio obligatorio!!! besos
Somos incapaces de mirarnos a nosotros mismos "padentro" vaya a ser que nos de miedo lo que vemos. Asi que llenamos nuestro tiempo de actividades. (la mayoría de las veces innecesarias y estupidas.) somos abolutamente incompetentes para vivir y hemos creado un bucle de estupidez en el cual siempre, siempre debes de estar haciendo algo de provecho.
Esa angustia de aprovechar el tiempo se la trasmitimos a nuestros hijos y los tenemos constantemente haciendo cosas que tal vez no les apetezcan. siempre preaparandose para mañana ""ser mejores"" saber más Ingles, bailar mejor Ballet, HAcer más Karate.... En fin la pollada que toque. Sobre todo tener a los pequeños entretenidos. No sea que nos exijan tirarnos en el suelo y fantasear sobre si las nubes que pasan son Dragones, Castillos, Elefantes, o Halcones buscando una rama en la que aposentar sus garras. (cosa que, por cierto, a un niño de 2,3,4, o 5 años seguramente le sea más de provecho que saber que Yellow es amarillo. Total lo aprenderá cuando escuche Yellow submarine)
Yo personalmente, me tumbo mucho con el mio, en la playa o donde pillemos, y Oye!!! acabamos viendo Dragones a los que por la noche vencemos antes de dormir.
CARLOS: dí que sí, túmbate todo lo que puedas que ahora cuando son pequeños es cuando tenemos que crear el vínculo con ellos, ése que no se olvida y que no se crea por mucho inglés que sepa ni por mucho kárate sino por estar con papá y mamá, a mí siempre me flipa la gran necesidad que tienen de estar con nosotros, aunque sea para ir a la compra, y bueno reconozco que a mí me cuesta tumbarme en el suelo a mirar las nubes con los mios o a leer cuentos, soy poco lúdica, menos mal que mi marido cubre esa faceta perfectamente, yo soy más de ver el Doraemon con ellos, los dos reposando la cabeza a ambos lados y gozando juntos de los dibujos o la peli, o bien de que me cuenten su día en el cole... pero lo importante es estar...
Comparto en Tweeter porque no puedo estar más de acuerdo
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