
Me he quedado sin argumentos para llevar a mi hijo a un colegio católico. O sea, que no me atrevo ya a discutirle a mi marido su decisión de optar por la escuela laica. Con qué cara le digo ahora que los curas tienen una moral impecable, que siempre te quedarán, quieras o no, esos principios básicos para la buena convivencia, esa base o rectitud, esas herramientas de la Fe con las que que podrás pisar fuerte por el mundo y ennoblecer todo lo que te rodee. Ese poso que yo tengo de mi pasaje por las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús y por los Hnos. Marianistas. Ése.
Con qué cara se lo digo, después de escuchar a Ratzinger decir que 'el que esté libre de pecado, que tire la primera piedra'. A propósito de la pederastia, se entiende. Porque estaba hablando de eso, de la pederastia. Y no de prostitutas lapidadas.
Con qué voz le podría explicar a mi hijo, ya inmerso en las jerarquías del catolicismo, que los curas que le educan se gastan miles de euros en 1.300 vallas publicitarias y 8 millones de folletos contra el aborto en 2009, en 2010 idean una campaña virtual en la red social de los adolescentes, que se titula con mucho ingenio ES UN TU EN TI -retirada casi de inmediato por TUENTI por no sentirse cómodos con la utilización por la Iglesia de su marca- con el mismo fin -luchar contra una ley del aborto que reconozca en papel lo que ahora se hace cerrando los ojos-, y cuando se trata de luchar contra la pederastia, de la que innumerables miembros dirigentes de la misma Iglesia han sido encontrados culpables en un montón de países del mundo, incluido España, hacen oídos sordos y su máxima es la de acallar las 'murmuraciones' y 'que el Cielo los juzgue', poco más o menos?


Si alguien convoca una 'mani', una de ésas a las que la derecha es tan aficionada últimamente, para tirar 'la primera piedra' contra la pederastia, me comprometo a salir a la calle y tirarla.
Digo lo mismo que en los casos de la cultureta de izquierdas, que no están nunca para criticar a los dictadores de su signo ideológico. Como ahora no está Onda Cero para mencionar ningún caso de pederastia clerical. Salvo error mio, todavía no he escuchado en el programa de Carlos Herrera de las mañanas una alusión al tema de los curas pederastas. Como está Pilar Rahola de indignada porque Garzón vaya a ser juzgado, con lo que ha sido para nuestro país. Indignada porque se van a eliminar las pruebas contra los Gurtel que provinieran de escuchas ilegales entre abogado y cliente, porque según ella eso demuestra que la ley no es igual para todos. Señora Rahola, lo que eso demuestra es precisamente lo contrario, porque si se viola la intimidad de las conversaciones entre abogado y cliente, y eso no está previsto en la ley para ningún delito que no sea de terrorismo, porqué a Garzón sí se lo íbamos a permitir, dígame? Porque se trata de hundir a la derecha y entonces sí que vale?
Cansada de este país donde eres negro o blanco y en función de eso te pones unas gafas para ver el color de los demás. Sus actos no importan, lo que importa es de qué color van vestidos. A veces, ni siquiera de qué color son de verdad.
Pero volviendo al original de este debate, quien mejor lo ha contado hasta ahora no es el New York Times, sino Philip Seymour Hoffman y Meryl Streep en La duda, de JP Shanley. Yo lo conté el 2 de febrero del año pasado cuando me preguntaba, De qué duda MS? Si hubiera leido el NYT, Meryl Streep ya no dudaría tanto.