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martes, 14 de julio de 2009

Poner el trasero

Constato que nunca haré carrera profesional. Como abogado, se entiende. Es la segunda vez que una empresa me pide que figure en primera línea de ataque con el batallón de élite, y que me niego en rotundo.

Esta vez me piden que represente a la empresa que nos va a robar el corazón, o nos lo va a comprar, que es lo mismo. Que mi nombre se estampe en letras de oro en ese contrato que destripará a la multinacional que represento desde hace diez años ya. He dicho que no. Hay consideraciones de orden profesional, ético y estético. Pero la mayoría de mis razones son de índole personal y sentimental. No seré yo quien te venda, cariño.

La primera vez fue Oliver quien me solicitó amablemente que me hiciera administradora de sus empresas radicadas en Luxemburgo y otros paraísos fiscales. Con un incentivo económico, claro, por la responsabilidad del cometido. Dije que no. Fue la primera vez que le dije que no a Oliver a algo. Fue el principio del fin, también.

Cuando estudiaba derecho me planteaba qué tipo de profesional quería ser. El tipo hijoputa que te la clava o el tipo que te saca la estocada y cose la herida. El primero cobra un pastón y el segundo las migajas.

Elegí dormir tranquila. Y he vuelto a elegirlo esta mañana. Todo lo que quiero que me despierte por la noche es la voz de mi hijo gritando 'maaaamaaaa veeen y daaaameee la maaniiiiitaaaaa'. Y creo que me tendrían que valorar por eso. Porque no pongo el trasero sino la cabeza bien alta cuando digo 'no, eso yo no lo firmo'. Pero es fácil negarse a poner el trasero cuando lo tienes cubierto.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Cubierto el trasero o no te aseguro que es mucho más fácil dejarse llevar por la inercia y lo fácil, que plantarte ante una situación que, en tu criterio como profesional y estupenda abogada que eres, consideras que no quieres participar porque no estás de acuerdo con el fondo o con la forma. El otro día leía una entrevista muy interesante a una directiva donde decía que cada vez se valora más la actitud de los profesionales que los cinco masters que tengan.... ojalá en su concepto de actitud incluya el rigor, el sentido de la ética y de la estética, y una buena dosis de sentido común... además de dedicación al trabajo.
Personalmente creo que a la sociedad nos salva la gente que en un momento dado sabe decir que no!.
Osea que chapeau!
Cris

Anónimo dijo...

Me he quedado estupefacta. Pero estupefacta de alegría, porque en medio de tantas calamidades que pasan encuentro que hay personas que tienen coraje y ética. Y aunque muchos cínicos piensen que los hijos no tienen por qué enterarse de las cochinadas que los padres hacen, lo cierto es que siempre se terminan enterando (de lo bueno y de lo malo), aunque nadie se lo cuente. Tu hijo lo sabrá, y se sentirá orgulloso de ti. Y gracias a ti, aprenderá que nadie le puede comprar la conciencia, aunque ponga mucho dinero sobre la mesa.
Ojala tu post lo lea todo el mundo.
Vicky

Alhy dijo...

No se si me ves, pero te estoy haciendo la ola desde aqui. Me encanta la gente que es fiel a si misma y, sobre todo, que se autoresponsabiliza de todo aquello que hace. Y para autoresponsabilizarse, hay que ser valiente :)

Kisses felicitadores ***

Anouk dijo...

mis felicitaciones tambien.No basta con tener cubierto el trasero , basta con seguir las noticias, los casos de estafa y de chanchullos que se dan en las altas esferas.La negativa implica una alta categoría moral y unos altos y ferreos principios, que te permiten mantener el tipo acorde a tus formas .
En alusión a Vicky, os comentaré que cuando falleció mi padre , entre las muchas personas que nos visitaron en el tanatorio, acudió un compañero de uno de los varios trabajos que él tuvo, sólo mi madre lo conocía, la demás familia vimos como alguien desconocido para nosotros ,firmaba en el libro de firmas que se suele poner en estos casos. Lo seguí con la mirada , se dirigió hacia mi madre y pude escuchar como le decía "era un hombre honrado" .No se me ha olvidado ni creo que se me olvide nunca .Te puedo decir, Vicky, que en ese momento me sentí muy orgullosa de mi padre.

Quique dijo...

Felicidades Manuela. Yo creo que no es facil tomar esas decisiones. Se trata de honradez, valentía y coherencia. Quizás la recompensa a eso sea dormir tranquilo y tener el trasero cubierto. En el fondo, los otros siempre tienen que estar vigilándoselo.
Un saludo.

Quique dijo...

Por cierto, sorry, quizás Momo me pilló demasiado joven para disfrutarlo.

MOHRENWITZ dijo...

Honor, lealtad y fidelidad. Impresiona el comprobar que todavía queda gente que se rige por valores y principios. Aunque viniendo de Manuela extraña menos.
Que importante es todo lo que nos inculcan de pequeños.

Felicidades Manuela, por tu decisión y más aún por tener el trasero cubierto. Aunque me consta que incluso teniéndolo menos cubierto hubieras obrado igual. Seguro.