my time is now (Nike)

PASA PASA ESTÁS EN TU CASA

COMO EN TU CASA



lunes, 19 de noviembre de 2012

Déjame entrar en tu casa


Os acordáis de esta peli, Déjame entrar? Era de Tomas Alfredson y en ella un adorable niño Oskar no sabía si dejar o no entrar a su casa a Eli, una adorable niñita que encarnaba al demonio. Pues bueno, En la casa es una comedia que tiene y no tiene que ver con aquella terrorífica historia. 

En la casa trata de una familia clasemediera cuya vida se ve invadida por la mirada de un voyeur aspirante a escritor que se hace pasar por un adorable adolescente amigo del hijo 'normal' de la familia 'normal', para poder espiarles a sus anchas como un insider y luego relatarlo todo y hasta novelarlo para un enfermo mental que ejerce de profesor de literatura. Un resumen muy sesgado, claro. 

El adorable adolescente que se infiltra en casa de la familia 'normal' tiene más carencias afectivas de las que nunca imaginará su adolescente e ignorante amigo 'normal', al cual ridiculiza para sentirse a salvo en su  miserable vida afectiva. El infiltrado es inteligente, brillante, cínico y rematadamente atrevido y sensual. Es un adulto metido dentro de un uniforme de liceo francés. Y juega con los afectos de su amigo 'normal' y con la vida de una familia vulnerable. Una familia como las demás. 

Hasta ahí todo bien, pero el adolescente vampiro encuentra en su profesor de literatura un receptor a la altura de sus guiones novelados, y ahí les ves a los dos, poniendo las historias reales de la gente real al servicio de la literatura y de la ficción, de modo que puedan conseguir que sus personajes -reales- se suiciden o transgredan todas las reglas con tal de que ellos forjen una buena historia y conviertan, de ese modo, a la familia normal en un episodio de su imaginación y su excelente pluma. 

Y lo malo de todo esto es que esa gente existe, están entre nosotros. Y no piden permiso. Inquietante peli, como la vida misma.

viernes, 9 de noviembre de 2012

jueves, 25 de octubre de 2012

El mecenas


Qué es un empresario, le preguntaron a Adelson -el jefe de los casinos y amigo de Esperanza Aguirre- y contestó que es "alguien que no puede centrarse en una cosa mucho tiempo y que nunca consigue permanecer en el mismo trabajo". Dios, parece contradictorio pero tiene razón, porque a ver, me puse a pensar en empresarios que conozco, y efectivamente no se centran mucho en ninguna conversación, sólo se escuchan a sí mismos, son los que más saben de lo que están hablando en el momento que sea y su mente corre dispersa de un proyecto al siguiente sin poder tener el culo quieto. 

Y luego me puse a pensar en Gao Ping, ese mecenas del arte y los negocios en cash que guardaba millón y medio de euros en una bolsa de plástico dentro de un depósito de gasolina, al tiempo que concedía entrevistas a El País y se fotografiaba con el Rey. Pronto habrá una  peli sobre él y varios libros, al tiempo. 

En cambio, Sheldon Adelson no se las da de mecenas, sabe lo que quiere y lo consigue a base de talonario. Tiene una Venecia inventada en Macao por la que navegan góndolas y gondoleros sobre un cielo de mentira, una piscina montada sobre 3 torres de 300 metros en Singapur y ahora viene a por el cielo de Madrid. Pone sus condiciones: cambiar el Estatuto de los Trabajadores, dos años sin pagar la Seguridad Social y que se modifique la ley antiblanqueo de capitales. 

Si Gao Ping llega a pedir algo así cuando montó su primera tienda de  todo a cien, le hubieran dicho 'lárgate con tus miserias a tu país chino de pacotilla', pero Adelson es americano y su dinero huele mejor. La misma mafia pero sobre la mesa. Hagan juego. 

miércoles, 3 de octubre de 2012

Es el sexo, estúpido!


Sexo a los sesenta, los setenta o los veinte, qué importa? Necesitamos tocarnos, sentirnos, olernos, amarnos aunque a veces sea de mentira. El ser humano, por mucho que  lo hayamos sofisticado y ocultado bajo un aspecto más bien enfriado y egocéntrico, necesita como el aire que respira tocar y besar a otros seres humanos. O no? 

Eso le pasa a la pobre Meryl Streep -porque por mucho papel que interprete de un modo magnífico para mí siempre es MS- en su matrimonio después de cincuenta años a la sombra de Tommy Lee Jones. El esposo se  le ha hecho viejo, comodón y gruñón, os suena de algo? Espero que no porque estamos lejos de los setenta, pero nunca es demasiado pronto para aprender de los errores ajenos! 

Meryl quiere lo que queremos todas: dedicación, sonrisas, cenas románticas, bailar a la luz de las velas y hasta echar un polvete de vez en cuando. Y que la toquen, que la sientan, que la manoseen. Tommy, en cambio, quiere su sillón acoplable a su culo gordo, su serie de TV antes de dormir y su desayuno de huevos con beicon antes de salir para el trabajo. Ah, y toda una cama para él de modo que pueda roncar a sus anchas. 

Con esa perspectiva, se hace duro pensar en un final feliz, a pesar de estar viendo una peli etiquetada como comedia romántica Si de verdad quieres

Y en eso se cruza en su camino un psicólogo de parejas infelices. Donde todos los sueños son posibles y donde las  fantasías sexuales tienen que ser  reveladas en común y sin miramientos. 

Divertida y emotiva. No le pido más. 

lunes, 24 de septiembre de 2012

el equipo ganador


Hoy hace ocho años que me encontré a mi marido por la calle, cuando no era mi marido quiero decir. Ya se sabe que tus hijos son tus hijos y tus padres también, pero al maromo o maroma, pues te lo encontraste en la calle. Bien, en mi caso fue literal. 

Y hoy pensaba en cómo evolucionan las relaciones. Primero te conoces,  luego te lías -no siempre en ese orden- después te vas a vivir con él, a veces hasta te casas en un momento dado, y la refinitiva llega con los hijos. Todas las demás fases no son nada comparada con la llegada de los niños a la casa. Todo se transforma, tu vida se queda patas arriba y no queda ni un soplo de  lo que fuiste. En vez de música de Marvin Gay para despertarte, gritos de pequeños despertadores que piden leche y cambio de pañales, y en vez de cenas románticas con velas, dos bandejas frente al televisor con los pies en alto de todo lo que has danzado y cuando por fin los angelitos han caído derrumbados en  sus catres. Después de varios cuentos y unos biberones, la única neurona que nos queda -en común- es para ver Aída o Modern Family, y siempre que no se compliquen mucho y no metan demasiados comerciales por el medio. 

Y la pareja, para entonces, se convirtió en un equipo. En un team sin ganadores ni perdedores ni jefes ni líderes, un team codo con codo y diente con diente, en donde yo les baño mientras tú les haces la cena, tú les llevas al parque mientras yo arreglo la casa y tú les das la comida mientras yo me fumo un cigarro en mis cinco minutos de asueto. También un equipo en el que tú les castigas mientas yo les explico porqué te enfadaste y yo les obligo a terminar la comida y tú intermedias por ellos a favor de un helado. 

Ayer intentaba pasar un rato en la playa con mis dos hijos cuando me di cuenta de que la pequeña se había hecho caca, y como si fuera una primeriza intenté cambiarle el pañal en la arena, con una camisa mía debajo, hasta que vi que nos íbamos a poner de arena hasta las trancas y anulé la operación antes de iniciarla, felizmente. Eso sí, para entonces ya tenía un agobio del doce, un calor de mes de agosto y unas terribles ganas de  hacer pipí. Así que, como pude, monté de nuevo a la peque en su Mclaren y le dije a mi hijo que nos largábamos de allí rumbo a la casa para poder cubrir necesidades básicas. Estaba de tan mal humor que mi pobre hijo no entendía qué era lo que había hecho mal, y le aclaré que nada, que nada de nada, que mi paciencia con los bebés y sus urgencias era mínima y que  por eso mamá estaba tan tensa, porque un  momento que pudo ser de relax -ellos en la playa jugando y yo sentada mirando la puesta de sol- se había convertido en un infierno imposible y eso me había puesto de  un  humor terrible. El pobre crío hasta se ofreció a llevarme él el carrito de la  niña para que  yo pudiera descansar en el camino, casi le como a besos. Y me di cuenta de que puedo ser insoportable, intratable, irracional y una tía inmadura hasta decir basta, pero que para esos momentos está 'el equipo'. Y me di cuenta de otra cosa: mi hijo mayor ya forma parte de  ese 'equipo ganador'. Y no es  porque sea del Barça, que conste! 

jueves, 13 de septiembre de 2012

hasta que el cuerpo aguante


Mi hija se desveló esta noche sobre las cuatro y no paró de chillar hasta las cuatro y cuarto. Para entonces ya  me había  desvelado yo también. Mi hijo sobre las seis lloraba porque no quería que su puerta del cuarto estuviera cerrada, así que se la abrí y y me volví a la cama rogándole en voz baja que no sollozara, que mami no había pegado ojo todavía... Y sobre las seis y media de nuevo mi hija decidió que ya no quería seguir en la cuna, sino que quería que fuéramos las dos al salón, y allí nos instalamos antes de que despertara de nuevo al mayor y hasta que se hizo de día. Y sabes qué? A pesar de todo eso, estoy de un humor excelente, aunque con las pestañas corridas hacia abajo y las ojeras mal disimuladas por el último sol del verano. 

Todo gracias a Uma Thurman y su Una mamá en apuros, que estuve viendo anoche en Divinity hasta las tantas. Empezó como tantas otras pelis dirigidas al sector femenino entre los treinta y los cuarenta de la cadena en cuestión. Chica guapa detrás de unas gafas de pasta y unas chanclas dentro de una bici que arrastra a sus hijos por toda la ciudad y no tiene tiempo ni de respirar, y que no trabaja fuera de casa, por lo que el trabajo de dentro de casa le cae todo a ella. Pendiente de las bolsitas de  regalo para el cumple de su hija, de inflar los globos y de encargar la mejor tarta de la ciudad, y luego de subir las bolsas cuatro pisos a pie mientras en la calle un policía le multa por aparcar en zona de rodaje de películas. Marido extravagante por el lado intelectual y ella, que todo se lo calza al hombro, hecha un lío porque no sabe si ha desperdiciado su juventud pariendo y criando o si aún le queda un resquicio de locura para bailar y un gramo de profundidad para escribir. La vida de una mamá, le increpa a su marido, está llena de hechos concretos desde que se levanta hasta que se acuesta: hacer los bocadillos, poner agua en las mochilas, vigilar que haya una muda de ropa en ellas, comprar sus bolis y la leche, llamar a la pediatra para que les pongan una  vacuna, preguntar a la profe qué tal estuvo su hijo, bañarlos, hacerles la cena... así hasta que no te queda espacio para el pensamiento abstracto. Uff, ahí me estremecí, cuántas veces he pensado que me estaba atrofiando. Hasta que llega un mensajero indio de ojos verdes que estudia literatura por las noches y le pregunta por lo que ella escribía cuando estaba en la universidad, por sus proyectos de facultad y por su música favorita. Y se ponen a bailar como si nadie les estuviera viendo, yo siempre digo que la música te vuelve a tu yo más íntimo o más  visceral. La mamá en apuros decide que nadie la comprende y huye con un coche destartalado y pringoso de mermelada y chocolate hacia Jersey. Pero a mitad camino, sucede algo que le recuerda lo que de verdad es esencial. 

Parece una tontería, no? Pues cualquier  mamá se puede sentir reflejada, y no sólo eso, sino que al convertirte en Uma Thurman, porque todas llevamos dentro a esa loca chiflada que bailaba por las noches y fumaba hasta apestarle el aliento mientras oteaba el panorama, sonríes y te das cuenta, como dice ella, de la suerte que tienes. Porque para vivir la vida a tope y disfrutar con pasión de los instantes, sólo hay que mirar a tus hijos y hacer como hacen ellos, sin que exista el mañana. 

viernes, 31 de agosto de 2012

Tú estás bien, diviértete!


No es mía la frase, claro, sino de Susie Orbach, una publicista de los antiguos noventas ya, pero que está  resultando de lo más actual. Porque si has cumplido cuarenta o los tienes que cumplir pronto, te cuento que ya no serás joven nunca más, pero podrás sentirte joven a cambio, y engrosar las listas de los "biojóvenes". Venga apúntate! 

Claves (vienen en el último Marie Claire) para ser biojoven: 

1. Aunque no seas joven, siéntete joven. Todo empieza por el estado de ánimo. 
2. Una biojoven no emula a las niñas de veinte -pa qué?- sino que se pone retos tipo Madonna, Elle Macpherson, Sharon Stone o Tina Turner. Ahí es nada. 
3. La biojoven usa cremas regeneradoras desde pasados los treinta pero no utiliza tratamientos agresivos contra su cuerpo o su piel. O sea, que nutre sus células pero no se opera para quitarse la barriga o alisarse el cuello, sino que sale a correr, libera endorfinas, come sano y hace pilates. Información, cultura y redes sociales son su otra crema hidratante.
4. Tocar y contactar con otras personas libera oxitocina y vasopresina, que son hormonas del vínculo que generan emociones. La biojoven venera los vínculos emocionales y las sensaciones que producen. Viva el sexo entonces.  
5. La biojoven se encuentra en la edad de comerse el mundo a bocados. En los cuarenta o en los cincuenta, se siente que podría dirigir un país, una multinacional o su propia casa. O todo a la vez.  
6. Cuarentañera o cincuentañera, ése es el  término preciso que la hace sonreír. 
7. La biojoven no necesita Manolos de quince mil euros, porque calza vínculos emocionales, que son  los que le permiten pisar fuerte. 

Visto así, me he venido arriba. Quién necesita minifaldas o shorts minúsculos si puede vestirse de vínculo emocional y dirigir el mundo desde su eterna juventud empática? Lo dicho, tú estás bien, diviértete. Mi lema para enfocar este nuevo año que se me viene encima... 

viernes, 3 de agosto de 2012

la señora rodríguez y el baile



Estoy de rodríguez. Pensé que me echaría la manta al cuello y bebería gintonics hasta altas horas de la madrugada en las pistas de baile, mientras hacía tiempo para volver a la oficina. Como nunca me quedo de rodríguez, digamos que mi experiencia al respecto era nula. 

El primer día flipé con salir desnuda de la ducha e ir en pelotas hasta la cocina para tirar un papel, sin tener que preocuparme de si la canguro me mira raro o mis hijos me siguen muertos de risa. Nada. Nadie. 

La primera tarde que volví del trabajo todo estaba donde yo lo había dejado. Para lo bueno y para lo malo, nadie me había tocado nada. La cama, las tijeras, el plato del desayuno, el cepillo del pelo. Ahí lo dejé y ahí seguía. Raro. Me fui a cenar fuera, y a la vuelta silencio total. Iba despacio entre los muebles por si se despertaban mis hijos, hasta que recordé que no estaban. Entonces pensé en subir la música a tope y ponerme a bailar pero, en pro de todos esos vecinos que sí tienen hijos, seguí haciendo poco ruido. 

El segundo día me fui al cine, pero mis hijos y marido me interrumpieron la película con cosas de la playa que no sabían solucionar. 

El tercer día me desmelené bailando a Donna Summer medio en pelotas por toda la casa. Perdón que insista con este concepto de 'en pelotas' pero es que es algo que con dos hijos y una canguro no puedes hacer fácilmente. Luego fui a llamar a mis cientos de amigos pendientes y pensé 'qué carajo' voy a disfrutar de mi casa en soledad, y sino cuándo más? Me puse una coca-cola zero de cafeína y de azúcar y me la bebí en la  terraza con un cigarro. Después leí mi novela Casa de verano con piscina -está espectacular- y enlacé con la nueva serie de Santi Millán en Tele5 Frágiles -super recomendable-. Y hala, a dormir, que mañana trabajas. Eso sí, a dormir de verdad, sin que un lloro te interrumpa el mejor de tus sueños. Pero como una  ya no está hecha a estos lujos, me despierto varias veces en la noche pensando que he escuchado algo o que tengo frío o que tengo calor o que tengo pis. 

Cuarto día: enfilo para la playa para ver a los cachorros y a la fiera, porque y sino, de qué me voy a quejar el resto de las vacaciones??? Ya sabes, diviértete y baila todo lo que puedas, desnuda/o o vestida/o, con zapatos o descalza/o, pero baila. Felices fiestas. Dance. 

viernes, 27 de julio de 2012

A qué jugabas de alcalde?




Ayer leí con pena y agrado a un tiempo una CARTA que un neurocirujano Javier Esparza -no uno cualquiera, ver curriculum- enviaba en clave abierta al temerario Gallardón, ese personaje que se besaba públicamente con diseñadores vanguardistas y rompedores y ahora se ha convertido en la pesadilla de cualquier mujer en edad fértil. Pero para mi sorpresa y decepción, Gallardón no está solo. Hoy le contesta un PADRE de una niña con malformaciones de nacimiento para justificar la vida de su hija y la de cualquier feto en similares circunstancias. Sé bastante bien de lo que hablo y creo que los padres en este caso tan particular, sangrante, delicado y duro tienen que poder decidir si seguir adelante o no con ese embarazo, con ese feto que no podrá defenderse en la vida como los demás, y no creo que nadie tenga derecho a imponerles una decisión contraria a la del equipo médico que les asesore sobre la viabilidad y resultados de ese embarazo. Y esta sociedad debe ofrecer ambas opciones a los padres, porque sino volveremos a crear una España de dos velocidades, las que tienen dinero para coger un avión a Londres, y las que no lo tienen. Vuelvo a recomendar una película tan hermosa como valiente, El secreto de Vera Drake. Disfruten del verano, pero no dejen que la sal del mar les impermeabilice contra el dolor ajeno. Ya que no hacemos país ni para levantar la economía común, y nos enfangamos en discusiones sobre quién financia a quién y quién paga más y quién paga menos, vamos a movernos para que la vida humana pueda empezar igual para todos. 


lunes, 16 de julio de 2012

Sentirse mal



Mi primera amiga monja se llamaba Isabel y era mi tutora en mi colegio bien. Llevaba velo y uniforme de  monja, pero los miércoles por la tarde para la tutoría nos traía croissants y zumitos. Reía mucho y era una vasca potente, fuerte, aunque con las cuerdas vocales rotas de vez en cuando. Sería de tanto esforzarse. El colegio bien se le quedó pequeño y pensó en abrir una casa de las monjas en un barrio obrero y muy deprimido de la ciudad, en Fuente San Luis. Yo fui a verla en varias ocasiones porque por entonces quería escribir un libro sobre chicos "marginales" como los que salían en los libros de Martín Vigil que yo devoraba.   Quería cambiar el mundo y pensaba que eso se podía hacer desde mis quince años, y la madre Isabel también lo creía conmigo, a sus treinta y tantos. Así que yo la visitaba y hacía entrevistas a sus chicos de barrio 'marginal' que ni siquiera entendía cuando me hablaban a mí. Sus palabrejas de jerga me eran ajenas. La madre Isabel se movía como pez en el agua en ese barrio de la Fuente de San Luis y la gente la paraba para saludarla. Y para pedirle cosas también. Sabía quién estaba en el paro, quien bebía de más, quien le daba un tortazo a su mujer de vez en cuando, quién se desocupaba de los niños, y tenía una palabra de apoyo para todos sin excepción. 

A mí me parecía que eso era ser monja. Que eso era ayudar al próximo y quererle como a ti mismo, como decían los diez mandamientos que me tenía que aprender de memoria en la clase de religión. Y que las misiones en países lejanos no tenían nada que envidiarle a la madre Isabel y su piso de monjas de barrio 'marginal'. Pero llegó un día en que la directora de mi colegio bien, y jefa de la madre Isabel, consideró que ella había cogido demasiado 'vuelo' en aquel piso de barrio y la hizo volver a filas. Volver a vivir en el convento del colegio y volver a cuidar solamente de sus niñas bien. La independencia en las monjas no  parece una virtud a desarrollar. Al barrio obrero mandaron a otra monja que otra vez se tuvo que ganar la confianza de los vecinos. Pero ni tenía la  gracia ni el salero de Isabel, así que no sé si me equivoco al decir que después de varios años el 'proyecto' acabó  fracasando. Porque la confianza estaba en las personas, y no en las instituciones. 

Y me acordé de todas estas  historias de mi adolescencia viendo Elefante blanco el pasado viernes. Con Darín a la cabeza, que es un monstruo de la interpretación, él de sacerdote lidera un proyecto 'de futuro' en un barrio argentino llamado 'Villa' que ríete tú de las monjas de mi colegio. Aquí hay balas, narcos y mucha miseria, pero lo mismo,  todos conocen al padre Julián y le dejan traspasar cualquier frontera, como si fuera la Cruz Roja o más aún que la Cruz Roja. Porque el  padre Julián es una persona en quien confían todos, los de un bando y del otro. Pero no es fácil quedarse a mirar mientras los narcos se matan entre ellos, ni siquiera todos los curas saben mantenerse al margen de esas cuitas. Y también hay curas que quieren casarse, y sobretodo hay obispos que no toman partido por los pobres ni entienden de revueltas justas o injustas. 

Al margen de las cuestiones  de fondo, que son abundantes y darían para varias tesinas, la película de Pablo Trapero tiene tal dosis de realidad y de fuerza que te arrastra hasta lo más profundo de Villa Miseria y te ves  tú mismo cargando al muerto que se desangra en una carretilla. Y lloras, porque ni eres el muerto ni sabes qué hacer ante tanta violencia, ante tanta miseria, ante tanto cinismo, ante tanto y tan ancho mundo. Y sales y sigues llorando por dentro. Sentirse mal. 

lunes, 9 de julio de 2012

Campanades de boda



Faltan horas para que se produzca el bodorrio del año. Ella no se quiere casar y él tampoco, pero familia obliga. Clase media, Cataluña, Bollywood. Sí, estoy hablando de Campanades de boda, la última creación del grupo teatral La Cubana. Te ríes, te ves reflejada en algunas de las situaciones -que no en todas-, comprendes el porqué del teatro y te acuerdas de aquella frase que me dijo un  tío italiano que conocí hará ya algunos años de más: Manuela, todos los hombres  hacemos 'cine' antes de hacer el amor. En mi pueblo se decía de manera más basta... prometer hasta meter... 

Y sin embargo Campanades de  boda no va por  esos derroteros que me he desviado yo. Va del teatro que supone una boda. Desde los novios que se hubieran ido a vivir juntos sin tanta parafernalia, hasta la madre de la novia que llega con ataque de histeria al enlace y dice sufrir por su hija cuando en realidad sufre por su propia satisfacción. Habla de que los hijos homosexuales mejor que no se casen pero las hijas hetero mejor  que lo celebren por todo lo alto, no importa si es con un  actor indio o con un posibles catalán, y aunque tenga que ser por videoconferencia. Unos que pasen desapercibidos. Otros que se casen a todo color. El teatro Tívoli se convierte en un local para bodas y los asistentes a la obra en invitados con pamela. Y la tata de la peli es la tata de toda la vida, la que te cambió los pañales y le habla a tu madre como si la riñera, porque ella es en realidad quien manda en casa, quien conoce cómo y dónde se guardan las escobas. Y la música, la de siempre. El ritmo, el de La Cubana. Altamente tradicional y catalán, pero exportable, en mi modesta opinión, a cualquier ciudad de provincias española y familia de medio pelo venida a más. Espectacular y muy muy divertida, especialmente si eres de por aquí y lo has mamado en tu infancia, adolescencia, juventud y adultez. Imperdible. 

miércoles, 4 de julio de 2012

la muerte y el muerto


Hay algo de obsceno en la muerte. En la muerte de otro precisamente. El muerto desaparece y sus herederos se ven forzados a hurgar entre sus cosas para sacar lo mejor y lo peor del muerto de entre los muebles y el polvo. A vender o regalar, a donar o a guardar, miles de tesoros y cachivaches que el muerto atesoró en vida o simplemente olvidó en un desván. Cartas de su juventud y periódicos olvidados del día del nacimiento de sus hijos. Cosas que un día quiso mostrar a unos y otros y por falta de tiempo nunca consiguió desempolvar. Máquinas de escribir obsoletas o cámaras de fotos que podrían recuperarse para un museo, vinilos y fotos de personas que no recuerdas haber visto jamás. Hurgar en los bolsillos de las chaquetas del muerto por si dejó monedas olvidadas o una dentadura postiza. O peor, por si dejó papeles que no quiso que nadie encontrara nunca. Es lo que tiene la muerte, que te coge por sorpresa, que es inesperada por mucho que la sepas cierta. Nunca te la esperas. Y por eso mismo es odiosa, temida, dolorosa, y más que nada obscena. 

lunes, 18 de junio de 2012

No matarás


Estoy muy cabreada. Mientras en Europa no tenemos dinero los peatones pero los viajeros de alto copete mueven miles de millones como si fueran setas -hoy Hollande pedía 120 mil millones nuevos para inyectar liquidez al sistema- los chinos obligan a abortar a sus mujeres cuando tienen un segundo hijo, salvo que paguen la multa de entre 5 mil y 165 mil dólares, según el municipio y sus recaudadores. Ya sabía que el chino es un sistema profundamente corrupto, pero no hasta el extremo de vendarle los ojos a una chica de 22 años embarazada de siete meses, sacarla de su casa, hacerle firmar un papel a ciegas e inyectarle una medicación abortiva unos minutos después. Y no contentos con eso, la abandonan después en el hospital con el feto muerto y desangrado a su costado. Ni Hitler fue capaz de tanta maldad, o quizá sí, pero al menos pasó a la historia como el más cruel de los malos. Y no somos capaces de darle más que media página de los periódicos de hoy? Ya está? La puta crisis nos ha dejado ciegos y sordos para todo lo que no sea el bolsillo propio. 

martes, 22 de mayo de 2012

SOMBRAS TENEBROSAS


Quería escribir sobre Johnny Depp y su conde drácula para Tim Burton, o Barnabás Collins. Quería escribir de él pero lo que me vienen a la cabeza son otras imágenes. Me viene una amiga que quizá se queda sin trabajo en breve. O mis compañeros que nos fuerzan a la huelga cada día desde hace unos cuantos. Nos fuerzan a luchar por unos derechos que muchos hemos dado por perdidos antes de empezar.  Si todos fuéramos como yo y como Arcadi Espada, que decía esta mañana que las huelgas en España en la última década no han servido para nada, uff... si todos fueran así nos habríamos quedado con leche en vez de sangre en las venas. Si los jóvenes no se manifiestan y chillan y protestan en la calle, qué les queda de la mítica rebeldía antisistema que conlleva la pasión de las primeras reivindicaciones? Si ya no protestas a los veinte, a los cuarenta qué harás, tirarte en el sofá a ver series de la tele mientras bebes cerveza de lata? 

La otra imagen que duerme conmigo es la de Rato dimitiendo como si nos hiciera un favor, como si no fuera delito esconder y engordar las cuentas de un banco por 3.500 millones y sin que te pase nada. Me vienen a la cabeza todos esos consejeros de bancos que no pierden más que un trocito de su indemnización, en el mejor de los casos, y nadie les juzga por los delitos cometidos y tipificados en el Código Penal. 

Esperanza Aguirre decía esta mañana en Onda Cero que silbarle al Príncipe de Asturias en el partido de fútbol de la Copa de España -o algo así- es un delito de traición a la patria y debería suponer la suspensión del partido, a lo Sarkozy. Y los delitos de los gestores de la banca, en dónde se pena por ellos, señora Esperanza? 

No me haré de Aurora Dorada, el partido nazi de los griegos, ni pondré minas antipersonas para que los banqueros no puedan salir de su trono sin más que una carta de dimisión, pero ganas de encerrarles en una reja con vitrina incorporada, no me faltan. 

Y mientras tanto, Johnny Depp nos chupa la sangre en una magistral dirección  de Tim Burton tan tenebrosa como sombría y divertida. Los genios son así. Te chupan el presupuesto semanal y quieres volver. 

lunes, 30 de abril de 2012

La pesca del salmón en Yemen


Pescar salmones en Yemen no es natural, pero puede serlo si se empeña un jeque con dinero para gastar y contrata a Ewan McGregor y a Emily Blunt para enamorarlos, no sólo del proyecto sino al uno del otro. 




Jeques que hablan buen inglés y creen en proyectos sostenibles, mujeres enamoradas del amor y funcionarios rutinarios deseando saltarse las  normas, además de yihadistas de pegote y un primer ministro que no sabe pescar en manos de la excelente jefa de prensa Kristin Scott Thomas. Divertida,  humorística, emotiva y facilona. En tiempos de crisis y despidos, gastarse siete u ocho euros, si aún puedes, en una comedia romántica con paisajes yemeníes y tíos guapos sin corbata es un desahogo. Yo me lo pasé muy bien. 

jueves, 19 de abril de 2012

el rey de la selva



 Ramón Gómez de la Serna entró a lomos de un elefante en el Cirque d'Hiver de París con ocasión de la presentación de un libro. Pero eso era en 1927. En 2012 las noticias ya no son tan interesantes. Ni podemos tener un elefante en casa, como le gustaría a mi hijo, ni las presentaciones de libros son tan exóticas. Pero tenemos reyes que se van a Africa a cacerías organizadas por ciertos empresarios sirios y acompañados de no sé qué amigas del corazón. No está mal tampoco, oyes.

Ayer cuando escuché que nuestro rey, porque es nuestro rey nos guste o no, y le guste o no a él claro, decir lo siento -qué periódico ha sido tan cursi hoy de abrir con eso de 'amar es no tener que decir nunca lo siento de Love Story?- y poner ojitos y continuar con el 'no lo volveré a hacer más'... dios cómo me recordó a mi hijo mayor, que con sus casi cuatro años pone idéntica carita y gesto de pena cuando quiere sobornarnos y pedirnos perdón antes de tragarse un helado de postre!!!

Y luego me puse a pensar en los paralelismos. Mi hijo es el rey de la casa, y así se lo digo yo siempre que estoy de buen humor. El querría ser el rey de la selva, pero ya sabe que ése es el león cuando ruge y ni dios le tose. Y Su Majestad es el rey de la otra casa, que es la marca España y otras como Repsol, Endesa, Telefónica. No hay otro lobbista como él a favor de las empresas españolas, me consta. De los ciudadanos y de cómo los defienda no he escuchado comentarios. Tupido velo.

Si mi hijo tira una  maceta o rompe un coche, sería yo, su madre, quien pagaría los daños e incluso según cómo podría ir a la cárcel por no vigilarle mejor. Su Majestad tampoco es responsable de sus actos, sino que todos ellos tienen que  ir refrendados siempre por el Presidente del Gobierno, que  es quien responde por sus actos si no recuerdo mal mis estudios de derecho constitucional. Así que los platos rotos los pagaríamos entre todos sus súbditos. O ciudadanos? O mejor que los pagaran las Endesas Telefónicas y Repsoles, no?

En cuanto a su breve y efectista discurso, ni dijo por qué ni dijo en qué. Ni con quién. Ni cuánto. Pero a mí, como española que me siento, me pareció que mi hijo quería un helado de postre.

En estos tiempos que corren, corramos un tupido velo  y dejemos que las instituciones sea lo único que  no se tambalee, aunque esas mismas instituciones hagan todo lo  posible por joderla constante e insistentemente. ¿Por qué no nacionalizamos Repsol aquí? Digo yo...

viernes, 13 de abril de 2012

mis amigas directivas



Voy a coger jornada reducida, me dice mi amiga, porque ya no puedo más de escuchar a mi hija diciéndome que no le busque canguros, que a la que quiere ver por las tardes en casa es a MI. Y por qué no se lo dice a tu marido, le pregunto yo? Buena pregunta! me contesta, si se lo dice será que no le ha tocado la fibra sensible como ha hecho conmigo!

Mi hijo, el mio, me dijo ayer que por qué no voy nunca ni a llevarle ni a traerle del cole, que siempre va su papá, que está muy bien, claro, pero que por qué yo no voy nunca? Memoria corta, le digo, porque cuando tu papá viaja soy yo la que te lleva y te trae todo el tiempo, mi vida. Me mira incrédulo, porque  lo que pasó hace más de una semana no cuenta mucho en su cabeza. Así que hoy he llegado tarde a la oficina para poder llevarle yo al cole. Me tocó la fibra.

Y entre una cosa y la otra, leo cansinamente otro artículo más en EL PAÍS sobre el porqué de las mujeres que no llegan a directivas y el porqué de los hombres que siempre están en lo más alto del poder y no lo comparten con ellas. Y me acuerdo de mi amiga, que tiene un puesto de mucha responsabilidad y va a renunciar a parte del mismo para que su hija no la regañe por ponerle canguros a todas horas. Y de mi otra amiga, que dejó una brillante carrera de periodista porque no quería perderse el despertar de sus hijos cada mañana y la salida de los coles a las cuatro -a las cuatro salen!-. Y no consiguió un trabajo decente que la dejara combinar ambas cosas, mucho menos de alta dirección. Y me acuerdo de Soraya Sáenz de Santamaría y de Carme Chacón, mujeres de bandera y de corta y rasga sin duda, pero que se han perdido casi con toda seguridad los despertares de sus hijos y las siestas de mediodía en que te abrazan y les pones el chupete para que continúen el sueño. Y las noches en vela con el termómetro en la boca y las mudas de ropa por las diarréas. Y el método Estivill aguantando mecha mientras lloran para educarles el sueño. Y las llamadas al pediatra cuando -en medio de una  reunión de trabajo- te acuerdas de que tenías que vacunarle contra la varicela y no compraste la vacuna.

Lo que quiero decir es que en esta vida nuestra, tenerlo todo es imposible. Y lo sé porque lo vivo y nadie me va a explicar qué y cómo es lo de cuidar a un hijo, o a dos. Tienes que tener la cabeza por ellos al menos el 30% del día, tirando por lo bajo. Tienes que estar ahí cuando se bañan o cuando salen del cole y tienen preguntas y además quieren ver tu cara, no la de la canguro -por mucho que la quieran-. Cuando el  pediatra te da hora a las once de la mañana porque no tiene otra libre y tú tienes que saltarte tus cuatro reuniones de la oficina porque nadie como tú le va a explicar a la pediatra qué tiene la niña y cómo ha pasado las noches. Y cuando la profe te quiere contar cómo va tu hijo, también te lo quiere contar a ti.

Y  lamentablemente, todo eso no es compatible con una profesión que requiera el 90 por ciento de tu ser, como lo es la vida de la multinacional en la cumbre. Llena de viajes intempestivos, de reuniones a las nueve de la noche, de domingos pegada/o al ipad con los datos financieros que no cuadran, y en definitiva con la mente enfocada por y para el bien de tus accionistas.

Alguien tiene que llevar el timón de la casa, y quién va a ser, el mismo que lleva el timón de la empresa? Salvo que sea superwoman o superman... Me da igual si es Ella o es El, pero alguien tiene que ser el patrón para que no vaya a la deriva. Y mejor que sea uno de los progenitores que no los abuelos de la criatura, a poder ser. Para y por el bien de todos. Y más allá de los derechos del menor a que sus papás le cuiden en primera persona, están las prioridades de cada ser humano. Y esta ser humana, que soy yo, tiene un montón de amigAs que han podido ser top number one de las compañías para las que trabajan, porque les sobraban valía y templanza, y han DECIDIDO perderse el sillón del número uno en la oficina para poder subirse al sofá de su casa y aupar a sus hijos en su regazo. Amigos hombres que piensen igual? Espera que pienso... ummm... ahora no me vienen a la cabeza! Mecachis...

O cambiamos el capitalismo y sus exigencias, o dirigir empresa y casa seguirán reñidos per secula seculorum. Pero no porque los hombres son maaaalos y han decidido discriminarnos, sino porque somos más  versátiles y menos centradas en el business que ellos. Pero eso creo que no es políticamente correcto. Uff.

viernes, 30 de marzo de 2012

De cómo me convertí en una antisistema


El problema de Clooney, George, es que crea adicción. Desde que le vi en la Embajada de Sudán, barba perfecta de varios días y uniforme de huelguista reivindicante de los derechos ajenos, y vi cómo le apresaban para la cámara, pensé que tenía yo que hacer algo parecido. Lo siguiente fue su peli Los idus de Marzo, donde un impecable Philip Seymour Hoffman le sostiene una campaña al candidato 'Obama' que no hay por donde pillarla ni con alfileres. Magistral y repugnante.

Así que ayer, día de huelga general en mi país y estando yo en contra de la misma, aún sin ser del partido en el poder, apunto, iba con el coche por la city cuando escuché que los piquetes estaban prohibiendo el paso de entrada en el buque insignia de las compras de Paseo de Gracia, el Corte Inglés de Plaza Cataluña. O Catalunya. Y aunque no tenía pensado pasarme por allí, viré el coche de inmediato en esa dirección para conseguir una primera línea de la noticia.

Aparqué el coche lejos de la zona de tumulto y llegué andando con mis deportivas y mis vaqueros de H&M. Las puertas laterales del buque insignia permanecían cerradas, pero se veía luz en el interior de los escaparates. La puerta delantera parecía abierta, a juzgar por la cantidad de policía, coches de bomberos y manifestantes que se agolpaban en la misma. No me quedó claro si estaba ante un establecimiento comercial o ante el mismísimo Ministerio del Interior y la Guerra. Pero de Sarajevo. Los chicos habían hecho fogatas y los polis llevaban porras y viseras antidisturbios.

Pregunté a unos adolescentes de piercing y coleta qué estaba pasando y si estaba abierto el comercio. Me miraron de arriba abajo mis jeans y mis deportivas y no debieron pensar que fuera muy alternativa porque me espetaron un 'no entres, eh? que hoy no hay que comprar!'. Vale, vale, relajaros, que yo lo que quiero saber es si está abierto o cerrado y porqué hay tanta poli que parece un bunker. 'Pues ellos habrán llamado a la poli para que les proteja, porque no están dejando que entren ni clientes ni trabajadores y ellos están intentando que lo puedan hacer, o sea que puedan entrar'. Me quedé pensando si me dejaba humillar por unos o por otros, porque yo, por estar, estoy en contra de la huelga. Ya lo he dicho. Pero mi Clooney tira mucho. Y qué hubiera hecho él en esta situación?

En esas me hallaba yo, mientras los chicos me seguían observando y preguntándose qué se le había perdido allí a esa pija, cuando se escucharon chillidos a dos pasos de nosotros y una marea de críos de menos de veinte años salió disparada corriendo en dirección Paseo de Gracia hacia arriba. Y yo, que me estoy todavía recuperando de una lesión de rodilla, dije pies para qué os quiero. No me han roto la cara en mi trabajo por currar hoy anda que me la van a partir aquí, con luz y taquígrafos, por ejercer mi derecho a comprar... Y no sólo eso, sino que la poli me confundirá con estos de las trenzas y aún me caerá un porrazo de los que supuestamente están aquí pa que yo pueda comprar. Vamos ni te digo. Negocio redondo.

Así que corrí dos o tres calles y me sentí en las barricadas del sesentayocho, en eso se nota que soy una viejita ya (aunque en el 68 no hubiera nacido!)... Pero los que merodeaban por Paseo de Gracia, rodeados de tiendas cerradas a cal y canto, eran de mi quinta o peor, porque se escuchaban canciones de Comandante Che Guevara por altavoces de una calle cortada al tráfico.

Eso sí, en cuanto te apartabas de Paseo de Gracia, ergo de las cámaras y los tuiteros, el 70% de los negocios de la ciudad condal estaban abiertos al público, incluidas tiendas, cafeterías, peluquerías, supermercados, parkings, colegios y chinos al por mayor. Algunos persiana medio bajada. Pero no por estar a favor de la huelga, sino por estar contra las piedras. Dime tú si eso es un seguimiento del ochenta por cien. Anda ya.

Como ya había tomado mi dosis revolucionaria de correr frente a la policía junto con los quinceañeros, que tiene su aquél por la adrenalina que te sube, no creais que no, pues me fui al gimnasio a quemar el resto de grasa moviente. Y una vez en las duchas de mujeres -especifico- entró el padre de una cría angelical para ayudar a su hija a desvestirse, pillándome a mí en bolas y sin toalla. Pero me dio la risa. Qué menos de una huelguista consumista y reaccionaria. Para que luego diga Gallardón que las mujeres no podemos ser mujeres sin más.

lunes, 19 de marzo de 2012

TILDA S


Lo peor de Kevin no es que te parezca que va a ser un psicópata. Lo peor de Kevin es que puedas comprender a su madre cuando lo lanza contra la pared la tercera vez que se le caga en los pantalones en su cara y con siete años de edad por lo menos. Kevin hace las cosas adrede para fastidiar a Tilda Swinton, que tener una madre así no es poca cosa. La mujer lo intenta, claro que cuando coge al bebé Kevin como si fuera una bomba de relojería y lo sujeta en el aire cual mofeta, no parece que le salga el amor a chorros por la boca. Más bien se da cuenta de que ha parido a un marciano que no para de taladrarle los oídos. Pero, qué mamá primeriza no ha arrastrado por la calle un carrito con un bebé dentro que no para de berrear, y se ha sentido el blanco de todas las miradas ajenas? que levante la mano...

El caso es que no todas las mamás sienten el amor maternal del mismo modo. No todas saben acunar a un bebé en su regazo desde el primer día. Y más aún, no todas se mantienen al pie del cañón cuando vienen mal dadas y tu hijo es ese psicópata que todos los periódicos querrían ver en la horca.

Yo no creo que la mamá Tilda Swinton sea peor que otras. No creo que las que aullamos de dolor porque nos sentimos que nos arrancan los pezones de cuajo al mamar seamos mejores que ella cuando sostiene al bebé en el aire como si fuera un saco. Pero así es Kevin. Tenemos que hablar de Kevin. En cines hasta un día de estos. Sobrecogedora, alarmante, escalofriante. Tanto como la andrógina de su protagonista, cuyo papel parece diseñado única y exclusivamente para que ella lo represente.

Cuando salí del cine y llegué a mi casa, me prometí a mí misma que carecía de importancia si los niños se terminan la cena, se meten el dedo en la nariz y se comen el moco después o te dicen una mentirijilla que va dejando huellas dactilares por donde pisa. Y les abracé muy fuerte para hacerles llegar calor humano, aroma de madre entregada, mientras me decía por dentro que tendría que encargar la paciencia por lotes de a cinco, para no carecer nunca de ella.

Una amiga que ha criado a cuatro hijos que ya  están grandes me decía un día que si de algo se arrepentía era de haber fastidiado el 'buen rollito' de su casa en tantas ocasiones dando órdenes tales que 'términate el filete', o 'lávate los dientes ya', o 'a la cama sin chistar'... porque esos momentos de buena onda que ella había roto entre comillas, con sus vueltas al orden y la disciplina, nunca volverían ya.

Es difícil ser padre. Más aún ser madre, me parece a mí. Porque somos más sensibles y sobrellevamos peor las lágrimas de los hijos, a veces más falsas que un Judas, pero lágrimas al fin y al cabo. Mi hijo nos dijo el otro día, sin ir más lejos, que 'en esta casa se dan demasiadas órdenes'. Y no llega a los cuatro años. Dónde estará la línea roja entre hijos asustados e hijos que te asustan? Es una cuestión de sentimiento. Como saber cuál es la última copa que te tienes que beber. O lo sabes, o no lo sabes.

Feliz día del Padre... y feliz Cremà fallera!

lunes, 12 de marzo de 2012

Oxígen


Si te pones a pensar en tu juventud, uff la juventud, sí,  eso que te pasó volando antes de que te llegaran los hijos y dejaras de dormir y de vivir una vida propia, te acuerdas de cómo le conociste? de cómo rayos te conquistó? de cuándo fue el primer beso y el primer revolcón? si te sigue dando la mano después de haberte puesto una lavativa en la sala de partos, es que la pasión se transformó en amor sincero, pero volvamos atrás... tú eras aquella chica hippy que quería tener niños antes de los treinta y parir en casa sintiendo todo el dolor filial saliendo de tu cuerpo? y criar al niño amamantándole hasta que se destetara solito? o bien eras de las que pensaba que no hay nada que un buen biberón y una buena canguro no puedan solucionar?

Porque una y otra tienen cabida en la misma obra teatral y seguro que en la vida real también. Y hasta en una misma cabeza. En cuanto a los hombres, parece que nos siguen en nuestras decisiones antes y después de parir. Pero también los hay del tipo hombre libre y sin ataduras a la par que dulce y amoroso -cuando lo pillas- o bien hombre para todo y por todo que te obedece sin chistar y no te lo quitas de encima ni con agua caliente, hasta que te la mete doblada -o no-. 

Oxigénate y vete a ver la obra que está en la Sala Gaudí de BCN hasta el 25 de marzo. Llorarás de la risa si eres cualquiera de esos modelos o todos en una/o.   

lunes, 5 de marzo de 2012

Shame on you

Si vas en el metro medio dormida y un tío te mira insistentemente y le clavas la mirada y es Fassbender, descruzarías las piernas para que se vea el final de tus medias pegadas a los muslos? Te pondrías prieta y te morderías los labios mojándolos? O bien saldrías corriendo del tren pensando que es un tarado y que tu vida no necesita de más tipos siniestros de mirada clara?

Todas las respuestas menos la última te conducirían inexorablemente al desastre, pero tú no lo sabrías hasta que estuvieras en sus brazos y te dieras cuenta de que eyacular para él es una obligación que se repite cada cinco minutos y que las únicas que le ponen son las putas porque cobran y se van. Es SHAME y no tiene un Oscar porque su pene es demasiado grande y sale demasiadas veces en pantalla.

Tengo un amigo soltero que opina que Fassbender no hace en la peli más que reflejar -exageradamente si quieres, me dijo- la vida de un single más, en masculino claro está. Necesitan polvos y no necesitan líos sentimentales. Se sienten solos pero no saben cómo arreglarlo sin meter a una mujer en su casa. Y cuando la meten, ya la quieren volver a sacar. Sin metáforas.

En cuanto a mí, salí del cine pensando varias cosas. La primera, hay que ver qué cuerpo diez este Fassbender. La mirada a la chica del tren me dejó pegada al asiento y aún la veo cuando cierro los ojos. Era del tipo 'take off your clothes' y tú obedeces sin preguntar. La segunda, por qué no le habrán dado el oscar? ah, sí, demasiado sexo y demasiado perturbador. La tercera, me fascinó la música en todo momento. Y qué  momento el New York New York de Carey Mulligan. Uff. Y la cuarta, bueno se me olvidó pensando otra vez en Fassbender. Pobre tipo, diablo. Esa fue la última cosa que pensé. Y sigo rumiándole, rumiándola. No me abandona.

viernes, 2 de marzo de 2012

TICKET TO HEAVEN


Si estás harto de la realidad pincha AQUÍ y date una vuelta por el Brujas Club. La aventura de Rosalinda por París continúa...

martes, 14 de febrero de 2012

Boogie nights


Duermes. Mientras duermes, tose tu hijo y pide agua varias veces. Te levantas porque no es usual, y confirmas que sí, que tiene fiebre. La niña no tose pero quiere un biberón. Se lo puedes preparar tú? La noche es larga, y el fin de semana más aún. Cambios de pañales e intercambio de sonrisas forzadas con tu pareja. Que no puedes más ya lo sabe. Que estáis en el mismo barco ya lo sabes tú. Que los hijos son lo mejor que os ha pasado nunca, lo tenéis claro. Pero que llegue el bendito lunes para seguir trabajando, produciendo, tomando café delante de una computadora sin que el llanto te interrumpa las ideas otra vez. Los hijos son dedicación, devoción y obligación. La pareja es mano de obra cualificada a veces. Otras es mano de obra sin más. Caricias las justas entre jarabe para la tos y vómito de leche.

Llega el lunes. Te enfundas unos pantalones cualquiera y te pintas con desgana, para disimular las ojeras y la barriga. Pero luce el sol a cuatro grados y la vida es tuya, la carretera es tuya, la cafetera es tuya y vuelves a ser una trabajadora más. Por fin sales de tu garito y entonces es tu momento.  Ahora que ya no bailas ni en las discotecas ni en la ducha porque tienes que estar atenta a los lloros de tu hija, tu momento llega encima de una máquina de fitness con la música a tope del ipod. Suena el guachi guachi de los setentas y ochentas, el In the Navy de los Village People o el Boogie Wonderland de Earth Wind & Fire, y la adrenalina te atrapa de pies a cabeza y mueves los pedales como si fueras a romper la máquina. Nada ni nadie te pueden detener. No tienes teléfono a mano ni nadie sabe dónde cuernos estás. Las gotas de sudor te caen por la frente y tú sigues pedaleando y reventándote los oídos mientras controlas las calorías que estás consumiendo.

Feliz San Valentín chicos!!!!!!!!!!!!!

martes, 7 de febrero de 2012

Vera Drake


Querido Alberto: cuánta decepción.

Eras el primero de la clase. De mi clase. Si llegabas a formar un partido político, yo como con Rosa Díez, detrás de ti. Siempre diferente, desclasado dentro de tu clase política. Un poquito megalómano para los proyectos y dispendios en tu ciudad, cierto, pero siempre brillante en los discursos.

Ahora flamante ministro de justicia, pareciera que estabas esperando el cargo para soltar tipo metralleta todas tus propuestas revolucionarias y guardadas en el armario por tantos años sin poder para acometerlas.

Lo primero te vas a cargar los procesos con garantías para los menores. Los juzgarás en un pack con los adultos y sanseacabó. A la luz de los últimos acontecimientos y con una medida más populista que garantista, has decidido que menores y mayores vayan en el mismo saco. Es así como piensas encontrar el cadáver de Marta del Castillo? O será que así aquietarás a las masas que no entienden que asesinato sin cadáver es de difícil inclusión en el ordenamiento penal, por jodido que parezca?

Y luego te merendarás a Bibiana y sus audaces propuestas zapateristas. Primero las menores otra vez. Nada de que aborten sin aviso de sus padres. Es más, que tengan que tener su consentimiento también, que para eso viven bajo su techo. Que luego nace un niño no querido no deseado y no justificado? pues que se lo hubieran pensado antes de no ponerse el preservativo o ponérselo mal. A quién no se le ha escapado un preservativo alguna vez? que no seas menor y te pille desprevenida, será menester a partir de Gallardón. Fuera bromas. No creo que ningún crío debiera nacer sin el acuerdo de la que será su madre. Informar sí, autorizar no. Pero bueno.

Siguiente: qué ley de plazos ni qué gaitas. Una ley de supuestos como en los buenos tiempos de los ochenta, cuando todavía soñabas con ser alcalde de una ciudad olímpica, y la que quiera abortar que se busque un buen psiquiatra y un buen psicólogo que la meta en uno de ellos. Como se ha hecho siempre.  Cerramos los ojos y la que  pueda que coja el primer avión a Londres.

Te habla una adoptada, querido Alberto. Quién más que yo querría que nacieran todos los niños? Pero no a cualquier precio ni con una madre que se meta ganchos en la vagina para poder sangrar. U otros artilugios. No nos devuelvas a las cavernas y vete a ver la peli de el  secreto de Vera Drake.

Que los homosexuales te dan igual y les dejarás casarse ante Notario y divorciarse frente a antiguo corredor de comercio? Tanto mejor para las notarías vacías de clientes y para los hombres y mujeres de este país. Pero que se vayan preparando porque a mí me parece que lo siguiente que no te va a gustar es que puedan adoptar niños. Al tiempo.

martes, 31 de enero de 2012

Quirófanos o Banderas


Ei, le dice Bruselas a Artur Mas, que esas ayuditas que estáis dando a vuestra supuesta compañía de bandera nacionalista, que quizá no son legales, que las estamos estudiando con lupa, y que antes de seis meses os diremos si tenéis que devolver todo ese dineral que estáis soltando para que El Prat compita con Barajas a todo trapo. Los de Catar Airlines que lo escuchan de lejos, desde su emirato, y cuando ponen la antena salen corriendo y dicen que para invertir en Spanair primero tienen que garantizarles que Bruselas no lo tirará todo por la borda en seis meses, y no sólo habrán invertido en una compañía deficitaria sino que además tendrán que devolver todo lo que pongan a fondo perdido... La Generalitat que se ve sola en este entuerto y acaba por pensar: quirófanos o banderas? No lo he dicho yo, ya quisiera, sino Arcadi Espada esta mañana para Onda Cero. Para banderas el Cuéntame, que ya  hemos superado los ochenta...

martes, 24 de enero de 2012

Una mujer con pantalones


Lo peor de ser viejo o ser niño, es que todos los demás se creen superiores a ti, y por lo tanto invisibles, y eso supone que hablan de ti a escondidas con otros supuestos adultos, y hasta de vez en cuanto te hablan a ti en tercera persona, como si fueras un muñeco. Mamá te pone la chaqueta? He escuchado esta mañana que se levantaba y daba voces, creo que se acuerda de papá y no se da cuenta de que papá murió hace años... lo vive como si estuviera aquí con ella, no sé si deberíamos consultarle a su doctora estas cosas, estoy tan preocupada... no la dejes salir, cuidado con que coja la puerta y se marche que luego no sabe volver sola... susurros en tu cabeza, o en la de Margaret Thatcher, la Dama de Hierro.

Es la última peli de Phyllida Lloyd, la directora de Mamma mia! y tiene el lujazo de permitirse a Meryl Streep como primera actriz y dama en escena. Una irreconocible MS detrás de un maquillaje y tocado perfectos, además de una voz distorsionada que sólo ella podía conseguir. Y esos ojos, que ya hubiera querido tener la Thatcher!

La peli arranca del lado humano de una vieja de ochenta años, llena de convicciones  y recuerdos que parecen más vivos que ella. Le gusta ir a comprar leche a la tienda de la esquina como si fuera una más, pero no le gustaría morir limpiando una taza de café, sino salvando al mundo de la hipocresía y la falta de rigor. Hoy en día ya sólo tenéis sentimientos, las personas de ahora, antes nos dedicábamos más a actuar y menos a sentir esto y lo otro, dice una Prime Minister venida a menos y llena de achaques.

Y por mucho que recuerda su infancia, adolescencia y época de estrellato, olvida cosas tan nimias como quién le acaba de preparar la comida o la mantiene encerrada en casa para ahuyentarla de los peligros. Olvida que su marido no vive en casa y que su hijo está en Sudáfrica. Es dura con la única hija que se ocupa de ella, y que se aguanta las lágrimas por no reconocer a quien fue un día la mujer más poderosa de Inglaterra. O debería decir del Reino Unido.

Margaret no lo tuvo fácil. Era la hija de un tendero y era mujer. Malos tiempos para una sociedad clasista y machista. Pero una ambición como la suya no se dejaba vencer por semejantes minucias. Y pasito a pasito fue demostrando que iba como un cohete de feria, siempre arriba. Más dura será la caída, pensaron otros. Y se metió en fandangos como la guerra de las Malvinas. Qué hago, dejo a todos esos ingleses a su suerte y demuestro al mundo que Inglaterra no se sabe defender de las invasiones injustas? Y ella sola decidió y ejecutó una guerra que costó muchas vidas.

En un mundo donde los políticos se han convertido en títeres que dicen y hacen lo que la mayoría de sus votantes de cada momento quieran escuchar y 'sentir', se echan de menos políticos de raza, con convicciones  propias. Sean las que sean. Auuuh.

miércoles, 18 de enero de 2012

A sangre fría



Vuelvo al tajo con un caso estremecedor. Una vuelve de vacaciones y no se espera abrir el periódico con semejante noticia: hombre mata a sus padres y convive con ellos muertos durante catorce días más antes de irse a vivir a casa de su novia. Hala, pa desayunar.

Dice que pensaba suicidarse él después, pero se practicó unos cuchillazos demasiado tenues para morir y antes de eso escribió el relato de la muerte de sus padres durante cuatro horas. Cuatro horas y 78 folios para explicar lo que había hecho. Después siguió cobrando la pensión de su padre durante los siguientes seis meses, hasta que la policía descubrió los cadáveres putrefactos.

Si lo escriben Capote o Camilleri, sonaría irreal. Pero a mí me gustaría saber qué decían esos 78 folios.

En un país que se debate entre si la sentencia del caso Marta del Castillo es justa o injusta, en si se puede empapelar a los agresores de un cadáver supuesto y no encontrado y en si es papel de los jueces o de los legisladores endurecer las penas, una sigue pensando en que la reinserción social es posible desde la prisión. De qué árbol me habré caido estas Navidades. Gallardón es mi última esperanza en un partido que no piensa más que en sacarnos del agujero de pobres en que nos ha metido el socialismo de ZP.