my time is now (Nike)

PASA PASA ESTÁS EN TU CASA

COMO EN TU CASA



martes, 29 de septiembre de 2009

el médico

Un domingo por la mañana cualquiera de finales del mes de septiembre. Barcelona. Una clínica privada llamada Instituto Dexeus. Urgencias.

-Siguiente, por favor. Sí, dígame.
-Pues mi hijo tiene fiebre y mucha mucosidad. Y como no le bajaba la fiebre con el apiretal, pues no sé si tendrá algo más y quiero que le vea un doctor.
-Cuánta fiebre tiene?
-Casi 38, menos una décima.
-Ok. Perdona, Mari Pili, con 38 les damos mascarilla, verdad?
-38? Bueno sí, mejor que sí.
-Sí, mejor damos mascarillas a todos los de fiebre y síntomas. Mire señora, aquí tiene dos mascarillas, una para usted y otra para su hijo mientras esperan en la salita número 3, por favor.
-Pero mi hijo no llega al año y medio, cree usted que se colocará una mascarilla? además está durmiendo, está con el chupete puesto. Si se la pongo le voy a despertar y se la va a quitar...
-Ya... pero es que tiene que ponerle la mascarilla, lo siento. Espere en la salita 3 que la llamarán. Gracias.

Cojo mascarillas. Me pongo la mía. Da un calor espantoso y muchísimas ganas de toser. Me trago mi propio aire, es insufrible, cómo lo aguanta la gente? En la sala 3 estamos los potenciales infectados por gripe A. Si no la tengo, me digo, saldré de aquí con ella puesta, con tanto niño suelto y tanta tos a mi alrededor. Un señor con su hijo y sin mascarillas salen despavoridos de la sala 3 al enterarse de que es la sala de la gripe. Ellos no tienen los síntomas.

Dios, espero que al menos en este hospital megacarísimo y financiado por las mutuas nos atiendan pronto, porque esta mascarilla es un horror, además huele mal, o será mi propio aliento que huele mal? Espero que mi hijo no se despierte, le he colocado la mascarilla por encima del chupete y por debajo de la nariz, no sirve de nada pero da el pego.

Nos cambian de la salita 3 a la 2, porque van a limpiar, así que los potenciales griposos nos trasladamos con nuestras mascarillas y virus a la sala 2, donde antes sólo había adultos. Fijo que de aquí salgo con alguna malaltía en catalán.

Por fin nos llaman. Pasamos a una sala de médicos y ya me quito la mascarilla y respiro con normalidad. Que le den al médico, que de todos modos tampoco lleva una.

-Buenos días, qué síntomas tiene el niño?
-Mocos, fiebre menos de 38, no sé qué puede ser pero no le bajaba la fiebre.

En dos coma tres segundos ausculta a mi hijo, mientras él chilla como un becerro, después le mete un aparato en el oído derecho, en el izquierdo, le mira la garganta y el crío casi vomita. Han pasado un minuto y veinte segundos de consulta.

-Bueno, ya está. El foco de infección es el oído, que lo tiene a punto de estallar.
-Cómo dice????????
-Bueno, es una forma de hablar.
-Ahhhh
-Quiero decir que tiene otitis y una inflamación, quizá le acabe saliendo pus. No se extrañe. Le traigo el tratamiento en un momento.

Nos quedamos solos.

-Bueno, pues ya ves cariño, tienes una otitis. Menos mal que hemos venido!
-Tete teeeeeteeeee teeeeteeeeee!!!!!!!!!

-Ya está, este es el informe. Aquí está todo apuntado lo que le tiene que dar, el antibiótico, el anticongestivo y el Dalsy para la fiebre.
-Y las horas, y cuántos días?
-Todo está en el papel. Ok?

Mientras el doctor está en la puerta yéndose, le hago unas cuantas preguntas de ésas que siempre se me quedan en el tintero y recuerdo cuando ya no está el médico... si puede tomar lacteos, si se pueden dar todos los medicamentos de una vez, si puede ir al cole... atropelladamente consigo colarle dos o tres respuestas a media voz antes de que cierre la puerta tras él.

Leo su informe antes de que se vaya. Dice que tiene otitis y que el abdómen está normal. Pero, en qué momento le miró el abdomen? Qué listos son los médicos hoy en día, con una mirada a la garganta deducen hasta el estado de la barriga de tu hijo, lo que ha avanzado la ciencia, oye.

No sé de qué me quejo, en cosa de minuto y medio mi hijo ha sido revisado, diagnosticado y recetado. Quizá para el año que viene consigan visitarles por webcam y cobrarte la factura por domiciliación bancaria.

Y a mí que me gustaban los médicos que tocaban y miraban a los ojos al paciente. En fin, debo ser una nostálgica sin remedio.

Hoy cumplimos cien posts en el blogggg!!!

jueves, 24 de septiembre de 2009

Guardans y las mujeres

Podría ser el título de una peli, de saber el grueso de la población quién es Guardans, claro. Bueno, con que lo supieran suficientes personas como para justificar un presupuesto de una peli por 2 milloncejos de euros, suficiente, porque te la podría financiar el Estado. En caso de no tener ese presupuesto, buscaríamos que el proyecto lo dirigiera una mujer, ése sí sería un puntazo para obtener la subvención.

Y es que Guardans es el director del Instituto del Cine (ICCA) y últimamente no para de acaparar titulares y páginas enteras en El País, con su controvertidísima Ley del Cine. Es el paquete que su amiga la ministra González Sinde le pasó con el cargo. También conocido como marrón sin igual.

Enfrentarse a los intelectuales y cineastas de este país no debe ser fácil, y mucho menos agradable. Me consta que a Guardans le gusta el buen cine. Claro que eso no significa que esté por la labor de financiar con dinero público cualquier proyecto que se presente a concurso.

Cuando ya tenía a toda la opinión autorizada dividida, un manifiesto iracundo encima de la mesa y a las mentes pensantes de este país subidas a la mesa para patalear o patearle la cara, entonces ha venido con una idea que me ha parecido brillante: las mujeres cobrarán más subvenciones. Lo he resumido mucho, lo sé, pero es lo que refleja la prensa y por mucho que él se esfuerce en matizar, esto será lo que quede: entre un proyecto aspirante a subvención liderado por una mujer, y otro de igual calidad y entidad liderado por un hombre, el primero tendrá prioridad para obtener los millones. Ergo, la primera tendrá película, y el segundo no muy probablemente.

Brillante no porque esté contemplado en la Ley de Igualdad, lo que lo ha hecho parecer una obviedad que estaba debajo de las piedras. Sino porque, en mi humilde opinión, ha provocado que algunAs que se habían ya subido al carro del pataleo, estén bajando un pie detrás del otro sin provocar mucho ruido.

En cuanto a los hombres del cine, no se atreven a protestar. No sería políticamente correcto para una sociedad desigualitaria en condiciones de acceso al trabajo que ellos pelean por modificar. No levantarán la mano contra Coixet, que ya ha dicho a las claras que la mujer está discriminada en el cine y que eso no puede ser.

Ley de Igualdad de Oportunidades, o más bien Divide y Vencerás? Ahí lo dejo.

martes, 15 de septiembre de 2009

Sola en la ciudad

El cine es la mejor terapia para mujeres estresadas, siempre que no sigas leyendo y decidas decantarte por otras opciones más o menos lícitas, claro. Entras en una sala medio vacía y a oscuras, depositas tu botellita de agua en una mano y tus chocolates/palomitas en la otra, pones el móvil en posición de silencio, y a partir de ahí el mundo desaparece a tus pies. Kit kat.

En eso aparece una mujer en la pantalla que te gustaría ser tú dentro de muchos, pero muchos, años. Delgada, esbelta, taconazo, elegancia, melena al viento, móvil en mano, se detiene en una terraza de un parque parisino a descansar y pide una taza de café. De pronto su vecino de al lado, unos veinte años menor que ella y nada, pero que nada, mal parecido, trajeado hasta las cejas, le pide fuego. Ella le mira un momento antes de contestar, y le ofrece fuego después. Acto seguido él le pone una rosa en la mesa y le hace un cumplido al respecto. Entonces empiezas a pensar 'ya estamos estos ligues sólo pasan en el cine'. Lo siguiente es una escena del polvo en el coche. Y lo siguiente son unos billetes por los servicios prestados.

Es La clienta, la última peli francesa de Josiane Balasko y basada en su propia novela, en que una mujer que rebasa los cincuenta se divierte contratando prostitutos de lujo que la satisfagan y después se larguen sin dar problemas.

Qué pena que hacia el final se haga un poco cliché, porque es divertida y te deja pensando en cosas en las que normalmente no te atreves a pensar. Y si un día estuvieras harta del sexo masculino en versión casera y quisieras contratar a un profesional? Te atreves? Por qué no? Porque está mal, porque tienes pareja o porque te da asco? O quizá porque estarías contribuyendo a engrosar un negocio en manos de las mafias? Pero y si ese profesional te asegura y te confirma que está ahí porque le da la gana, porque gana más que de administrativo o porque quiere pagarse unas vacaciones en las Seychelles?

Qué pasa con la prostitución de lujo? Con las agencias que ofrecen compañía de chicos y chicas en edad universitaria para ejecutivos y ejecutivas estresados y solos en la ciudad?

jueves, 10 de septiembre de 2009

putas yonquis y guiris

Sigo apasionadamente las noticias sobre prostitución sí, prostitución no, que vienen en la prensa de cada día. En Barcelona las posiciones están bastante enconadas, y por fin hay un tema donde no está claro si es más de derechas o más de izquierdas defender una u otra posición.

Las feministas radicales están muchas de ellas, yo diría que la mayoría, por erradicar la prostitución de la faz de la tierra por considerarla una forma de esclavitud de la mujer denigrante para ella.

Esperanza Aguirre está por regularla. El oficio más viejo del mundo no va a desaparecer, ergo pongamos unas normas para controlarlo. No negaré que me ha sorprendido gratamente su posición, y con eso me descubro desde ya. El resto del PP está más bien por la prohibición, pero como es un tema menor nunca se ha enfangado en estos asuntos tan marginales.

Los verdes de Cataluña y Esquerra Republicana también quieren regulación. O sea, progres ecologistas e independentistas de izquierda. Y llega Ciutadans, que son los que abogan por la Cataluña bilingüe, y también quieren regular.

La derecha de toda la vida se salta a Esperanza y lo que quiere es prohibir, como las feministas más radicales. Y CIU se suma al carro de los prohibicionistas.

Holanda regula. Suecia sanciona. Y ninguno de los dos lo soluciona. Me salió un pareado... lo siento.

En el PSOE hay para todos los gustos. La antigua consejera de interior en Cataluña, Montse Tura, quiso regular, pero se metió en tal berenjenal que tuvo que abandonar semejante hazaña. Y lo único que consiguió es que en BCN se proclamara una Ordenanza municipal en contra de la prostitución callejera.

Seguimos teniendo el Raval lleno de prostitutas que ejercen el sexo en la calle por detrás del mercado de la Boquería. Turistas, putas y yonquis a la hora que cierran los mercados. Lo mejor para la Barcelona fashion. Y algún que otro hotel de lujo a costa de derribos de viviendas más o menos injustos. Buenísimo el artículo de Xavi Calvo en La Cuarta de El País hace dos días.

Y yo lo que no veo por ninguna parte es la opinión de las prostitutas. Están organizadas, tienen colectivos que las defienden, como Hetaira se me ocurre ahora. Por qué no les preguntan a ellas? No sería mejor legalizar una situación tan precaria, darles seguridad social, que pasaran controles sanitarios, que pagaran impuestos, y que nos quitáramos la máscara de hipocresía que nos rodea a todos? No acabaríamos así mejor con las mafias que escondiendo un problema que corre de barrio en barrio en función de las redadas policiales? Dejarán los hombres de putear si les multan? Y por qué deberían dejar de hacerlo?

Si el cuerpo de una mujer es suyo para procrear o abortar, por qué no lo es para decidir comerciar con el? Si hay prostitución intelectual, se me ocurre ahora por ejemplo la abogacía, que se vende al mejor postor y le da la vuelta a la ley con más arte que un torero, por qué no puede haberla sexual? Y si el problema son los proxenetas, que por cierto ya están perseguidos por la ley, no saldrán del cascarón como los caracoles si metemos gas en la olla y hacemos que declaren sus negocios al fisco?

Comerciar con la carne de uno. Yo no sé por qué no va a poder ser.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Anticristo

He decidido aislarme de la terrible gripe A en las salas de cine. Como no hay nadie habitándolas, son el lugar perfecto para no contagiarse de nada que no llevaras ya contigo. A excepción de la persona que te corta el ticket y que ni te mira a la cara, si no compras palomitas lo demás son personajes salvados por una pantalla de color y un proyector dirigido seguramente por una máquina a muchos metros de distancia.

Si además la decisión es acudir a la sala donde proyectan estos días Anticristo, de Von Trier, la apuesta es segura. Ni Dios en el cine, y El menos que nadie. Anticristo es una obra maestra, como casi todo el cine que hace el amigo Lars, te podrá gustar o asquear, pero es alta costura. Y para eso basta con visionar los cinco primeros minutos de Anticristo. A pesar del horror que ya sabes que se avecina, las escenas se suceden de un modo tan armónico y en consonancia con una música celestial, que no te importa que un niño se vaya a aplastar contra el cemento como colofón.

De la tortura psicológica a que sometió a la Kidman en Dogville aquí pasa a la acción física, y Charlotte Gainsbourg se convierte no sólo en una loca poseída, sino en la viva imagen del mal propio y ajeno. Los polvos con Dafoe son vicio puro y asalvajado, y de las escenas con machete ni palabra tengo que decir. Eso, simplemente, hay que verlo y escucharlo.

El tormento interior que vive la Gainsbourg y al que somete al bueno de su marido son de los que te dejan pensando largamente. Yo tengo tanto miedo a la naturaleza como ella, sólo espero no acabar en ninguna cabaña alejada de la mano del hombre para no tenerlo que comprobar. Claro que un marido tan bueno y tan pesado como Dafoe tampoco es de los que abunden. Qué manía con sanar a su mujer sin medicación. Yo lo que creo es que si no la hubiera obligado a interrumpir la alta dosis de pastillas con que los psiquiatras la tenían drogada, ella no se hubiera atrevido a coger el machete con el que acomete una serie de proezas dignas de vómito en la última parte de la historia. Pero claro, entonces no sería un producto Von Trier.

Aún y con todo el sadismo que la acompaña, la recomiendo. Y para las/los más aprensivas/os, con taparse los ojos dos o tres veces hacia el final, bastará para no tener pesadillas y quedarse con el fondo y no con la forma.

Al terminar con el diablo, el desconsuelo, el dolor y la desesperación del cine sueco, y como así sólo no podía quedarme, me inoculé una dosis de cine turístico y catalán, muy de casa, así que pagué otra entrada para el Mapa de los sonidos de Tokio, de nuestra colega Coixet. Pero es demasiado para un solo resumen diario. Continuará.