CARNAGE. Suena a descuartizamiento, a sangre, a humanidad que se devora. Y literalmente así es. Sólo que la traducción de esta última peli del maestro Polanski es la de Un dios salvaje, y lo de Dios o dios no sé a qué viene, pero lo de salvaje está muy claro, porque los que entran en ese piso neoyorquino que centra toda la película, desde luego no son los mismos que los que salen. Más borrachos, más heridos, más hirientes, más inconvenientes y mucho más descarnados. Como si les hubieran quitado la piel a tiras y hubieran dejado al descubierto los huesos y los músculos de su personalidad atrofiada por las circunstancias y las conveniencias sociales.
Somos seres salvajes domesticados? No lo sé, pero desde luego las dos lobas que protagonizan este cine polanskiano excepcional -véase Jodie Foster y Kate Winslet- son puro arte dramático de carne y hueso.
La trama inicial, con texto de Yasmina Reza y obra de teatro excepcional igualmente, son dos niños que se pelean en el parque. Uno le llama al otro chivato y se lleva tal ramalazo en la cara que le parten dos dientes, por lo que acaba en el hospital. Unos padres ocupadísimos y medianamente concienciados acuden a la casa de la víctima para pedir disculpas -por el psicópata de su hijo- a los padres agraviados. Y una Jodie Foster tan formal y meticulosa les recibe y les pone a redactar un acta de abogado en que cada uno reconoce las culpas del otro de forma solemne y ordenada, sin trifulcas ni malos entendidos. Mientras, un móvil no para de sonar. El padre del psicópata tiene un iphone última generación desde el que discute con su cliente cómo afrontar una denuncia millonaria a su farmacéutica por haber sacado al mercado un medicamento que está causando estragos entre los pacientes cardíacos.
Luego hay una tarta de pera y manzana y un vendedor de utensilios de cocina que se ha vestido de clasemediero para no quedar mal ante las visitas, y que no se siente cómodo dentro de su ropa informal y casual. Y dos mujeres de primera fila a las que les gusta el whisky pero no están muy acostumbradas a beberlo.
Y luego Polanski y más Polanski. Se puede ser un genio habiendo sido un cerdo. Se puede.
9 comentarios:
Un magnifico ejercicio de narrativa cinematográfica, trasladado a una estancia complicada, con un dominio de la perfección ante los espacios pequeños y cerrados. Los personajes se las ingenian para interpretarnos un retrato devastador sobre cómo se educa, y se cría, a unos hijos en la sociedad norteamericana.
Hay maestros cerdos pero no cerdos maestros. Un saludo.@elsociologo
Tengo muchas ganas de ver la peli. Conozco el texto, que me parece una joya, y la versión teatral.
Besos
Me voy corriendo a verla.
Un beso.
Ví la obra de teatro con Maribel Verdú y Aitana Sanchez Gijón y la encontré una pasada.
Cuando sacamos todo lo que llevamos dentro, se desata en nosotros el resorte del sistema límbico, el salvaje que llevamos dentro, nuestro dios salvaje que siempre intentamos tamizar para poder vivir en sociedad.
Estupendo trabajo. Iré a ver la peli. Un abrazo Lola
Tengo muchas ganas de ver esta peli.Siempre me han interesado más las películas que desarrollan las relaciones humanas que las de acción, así que ésta no me la pierdo.Has escrito un post muy bueno.Besos
@elsociologo: lo último no lo entiendo... no puede uno ser un genio y ser un cerdo?
JO GRASS: yo no leí el texto de YR pero la obra de teatro me encantó también... casi no veo la peli por eso, porque ya conocía demasiados detalles del argumento, pero Polanski la vuelve a convertir en especial y Jodie Foster y la Winslet estan espectaculares... besos guapa
AMPARO: ok besos!
LOLA: exacto Lola, lo mismo pensé yo, por eso es tan interesante, pero además en la peli lloras de la risa... tuve una amiga monja de clausura que cuando salio del convento lloraba por todas las noticias del periódico y me decía que allí dentro pierdes todas las capas de proteccion que aquí fuera tienes con normalidad puesta para poder vivir en sociedad...
ANOUK: si, a mi me pasa lo mismo, las pelis de acción en general me aburren más... besos!
Vi la obra de teatro en el Tívoli hace un par de años interpretada por Maribel Verdú y Aitana Sanchez Gijón. Lo bordaron.
Me apetece un montón ver como han llevado al cine este guión.
Con tu crítica, me has acabado de convencer.
Un saludo. Olga
OLGA: igual que yo, que vi la obra y me encantó, pero vale la pena también esta versión, entre Polanski y las super actrices es que bordan el guión y hasta lloré de la risa... saludos!
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