Me encanta pasar miedo viendo una peli, salvo cuando duermo sola claro. Y anoche escuchaba todos los ruidos y gritos de THE CONJURING -INFORME WARREN- por mi casa a las cuatro de la mañana. Por qué? porque me liaron para ver cine de terror y salí aterrada. Había visto MAMA y no sufrí mucho ni me la creí demasiado, pero ésta de los años setenta, con muñecas de labios carnosos y mirada fija que se mueven de un sitio a otro y personas que son lanzadas al vacío o arrastradas por el suelo porque se les ha metido dentro el diablo, uff... Lo que pasa es que ahora ya no se dan tanto esos fenómenos paranormales a nuestro alrededor. Cuando yo era niña estaban Jiménez del Oso con sus psicofonías y las pelis con exorcistas, en cambio ahora la Iglesia y sus ritos como que han perdido protagonismo en nuestras vidas, no? Ya no nos asustan los demonios invisibles, sino las bombas de los terroristas o los cuchillos de algún tipo que quiera grabar su asesinato en vídeo. Quizá en los setenta hubiéramos dicho que se les había metido Lucifer en el cuerpo, y ahora simplemente nos parece que es un esquizofrénico que escucha voces en su cabeza. Menos mal que el papa Francisco está recuperando fieles a marchas forzadas... Feliz verano gente!!!
3 comentarios:
No soy muy fan que digamos del cine de terror, pero ésta me convenció... Como dices, el toque setentero ayuda mucho... ¡Qué le voy a hacer, hasta para eso soy clásico, je, je...!
Feliz verano también para ti.
Voy a verla! Feliz verano a ti también y vuelve pronto.
JUAN RODRÍGUEZ MILLÁN: sí, afortunadamente ya se me quitó el miedo del cuerpo!!! besos
A: ya de vuelta!!!
Publicar un comentario