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martes, 14 de septiembre de 2010

Mujeres que hablan


Anoche hice doble sesión de sofing o teling, o sea de estar tirada en el sofá mientras me deleitaba con series y más series sobre mujeres de diferentes edades.

Primero echaban Mujeres desesperadas, en su formato quinta reposición de lo mismo. Una vez más vi cómo Lynette Scavo pierde su pelo a causa del cáncer, su marido no quiere hacerle el amor sin la peluca puesta, Susan Meyer trata de ser amiga de unos nuevos vecinos gays y mete la pata sí o sí, Gabrielle Solis se lía con su exmarido y éste le contagia ladillas que, a su vez, ella contagia al alcalde de Fairview, y Bree Van de Kamp se pone una barriga postiza para disimular el embarazo de su hija adolescente mientras a ella la manda a un convento en pleno siglo veintiuno.

Nunca me aburro de verlas. Me relajan, qué le voy a hacer. Y luego me divierto imaginando cuál de esos caracteres podría encajar en mi personalidad, o por lo menos cuál se me acerca más. Y mejor aún, quién de ellas podría ser cada una de mis amigas. No creáis, todas se acercan de un modo u otro a alguno de los prototipos. Misma edad y aspiraciones similares en algunos casos, aunque no tan exageradas, por aquello de la vida real.

Curiosamente, la segunda serie que me tragué anoche trataba de lo mismo pero veinte o treinta años más tarde, no sabría decir. Las chicas de oro en formato español, encabezado por Concha Velasco y seguido por otras tres pedazo de actrices que representaban a las inolvidables e inimitables Rose, Blanche, Sofía y Dorothy, de las Golden Girls de los ochenta.

Curiosamente de nuevo, he descubierto que el productor de Desperate Housewifes y el de Golden Girls es el mismo. Y su serie de Mujeres desesperadas surgió a raíz de estar el hombre viendo un programa en la tele con su propia madre, donde escucharon la noticia de que una mujer, Andrea Yates, había ahogado en la bañera a sus cinco hijos, aparentemente porque no soportaba el peso de la maternidad. Parece que Cherry se mostró horrorizado por la noticia, y comentó en voz alta cómo una mujer tenía que estar de desesperada para algo así. Y lo que le petrificó fue la respuesta de su madre: "sí, yo lo entiendo". Cherry tuvo una infancia muy viajada, su padre trabajaba mucho y para una petrolera, así que se mudaban constantemente de país y estuvieron viviendo en Arabia Saudi, Hong Kong e Irán en diferentes etapas de su niñez. No hay que ser muy listo para adivinar que el padre de Cherry trabajaba muchas horas de todos los días de la semana. Y ahí se le encendió la bombilla al productor y guionista de la serie: qué pasaría si esas mujeres de Sex in the city, que sueñan con encontrar al hombre perfecto, lo hubieran encontrado ya y se mudaran a las afueras de la ciudad, a una casa grande y libre donde poder vivir sus sueños hechos realidad? Qué pasaría si, una vez allí,  descubrieran que seguían desesperadas? O infelices...

Y yo me he preguntado, después de estas series y de otra magnífica que estrenaron hará dos o tres años, de producción española y que se llamaba simplemente Mujeres, qué es lo que hace que productores, guionistas y escritores se  consagren en cuerpo y alma a descifrar nuestro yo femenino en todas sus facetas, virtudes y huecos. Para bien o para mal, nos estudian y nos caricaturizan hasta la saciedad.

Será que resultamos personajes más interesantes que los hombres? O simplemente más rentables? Será que somos mejor público nosotras que ellos, y por eso nos dedican una cuota de pantalla significativa, para que nos entretengamos como al que le echan alpiste? Será la maternidad? O será que nos encanta psicoanalizarnos y que nos psicoanalicen los demás?

No he llegado a ninguna conclusión. Pero conmigo aciertan. Me encanta verme reflejada en la pantalla.

11 comentarios:

Mamalis dijo...

Bueno he de decir que me ha encantado tu post de hoy.
Yo creo que me identifico más con Lynette.

MOHRENWITZ dijo...

Será esa amplísima gama de matices que tenéis las mujeres. Entiéndase como matices ese abanico de carácteres, estados de ánimo, puntos de vista en continua traslación, cambios de humor impredecibles, en fin....
Será el juego que da lo de estudiaros, lo increible de entederos y lo bonito de quereros.

...y desde luego lo de la maternidad, sin ningún género de dudas, la magia de la maternidad!!!!

Anónimo dijo...

Manuela, has sacado a la luz al Mohren sentimental!(es broma Mohren, muy bonito lo que dices).

A mi también me divierten mucho estas series y es cierto lo que dices... las que puedan resultar parecidas sobre hombres siempre van desde el absurdo a la violencia, y las que se quedan en medio siempre parecen algo cursis ... tampoco sé porqué.

A mi de ellas me gusta esa especie de humor surrealista, que por cierto, me ha hecho gracia lo que cuentas sobre el productor y su madre.

No he visto todavía el remake que han hecho aqui de las Chicas de Oro que me encantaba, aunque no sé si funcionará porque es un humor muy norteamericano... y la abuela creo que es irrepetible.

Y por cierto, que esta noche que tenía insomnio, por algún motivo, me venía a la cabeza la peli de Allen, y cuanto más pensaba en los detalles, más gracia me hacía... nunca me había pasado con una película, que me gustara de forma retardada ... aunque no logro acordarme del final, creo que finalmente me dormí.

Cris

Claire dijo...

Mujeres Desesperadas es una de mis series favoritas. Te ríes un montón, y a muchos hombres también les gusta porque es realmente buena. Yo a veces pienso que la gran diferencia entre hombres y mujeres es que nosotras nos preocupamos más. Y por culpa de preocuparnos más, sufrimos más. El hombre es más práctico. Suerte que tiene. Cada mujer podría escribir un libro con su historia y por su puesto sus miles de problemas, estreses y preocupaciones. Lo que digo no es criticar al hombre, por supuesto, ni a la mujer, que habrán excepciones, pero la realidad está ahí. Y en las series también.
Besos.

Rosa Chover dijo...

MAMALIS: ya que te pones, yo me veo un poco Susan Meyer, pero menos loca...

MOHRENWITZ: mmm estás inspirado hoy!!!

CRIS: pues ya ves, lo mismo creo que dijo Jo Grass, que la peli de WA está llena de detalles que vas recordando y dejan poso, va a ser que sí... de las Chicas de Oro a la española ni te molestes, no vale nada, a mí me decepcionó un montón y eso que las actrices prometían porque son todas muy buenas, pero creo que lo de las risas enlatadas y el formato de que casi todos los planos sean en el mismo escenario y ellas tengan que ser graciosas en cada frase, está como pasado de moda quizá, me resultaba muy impostado, y ya te digo que no podía ser culpa de las actrices porque todas valen mucho, una pena... Sofía la auténtica era absolutamente inigualable...

CLAIRE: lo mismo pienso yo, le damos vueltas y vueltas no sólo a lo que nosotras pensamos, sino lo peor, a qué pensarán ellos, que generalmente no están pensando casi nada de nada, sin ánimo de ofender, pero si están como mudos o absortos es que están pensando en su trabajo, y poquita cosa más, como tú dices son muchísimo más prácticos, y esa suerte que tienen...

Enric Pérez dijo...

Yo creo que es porque el público femenino es mucho más rentable que el masculino y más interesante que analizar. Los hombres suelen ser más simples y sosainas.

Anónimo dijo...

Yo también pienso que el público femenino es más numeroso y fiel, y por tanto rentable. La de mujeres desesperadas me resulta insoportable, puede ser porque siempre están haciendo lo posible para ser desgraciadas, y a mi eso me aburre, que me gusta disfrutar de lo que me trae la vida, aunque tenga mis problemas, y que no busco la superfelicidad, me he dado cuenta que es inútil, disfruto de la que tengo por mementos, y también mucho trabajo con el nene, entiendo a la mamá del productor. Y le adoro, cómo no. Pero que te cortocircuiten los pensamientos y las ideas 100 veces a la hora y verás como sale la vena retorcida.
Que una mujer sea interesante por la maternidad, pues no acabo de encajarlo del todo, para un hombre claro que es una cosa superpoderosa, porque es su carencia, pero una mujer es para mi una persona, e importante por muchos aspectos, no únicamente por ese aspecto todopoderoso en mi vida hoy por hoy.
Pienso igualmente que hay varios tipos de mujeres, de personalidades, aunque hay puntos en común, tú que tienes esa sensibilidad y ese don para escribir, seguro que puedes hablar de unos cuantos tipos y puntos en común.

Un saludo!

Susana

MOHRENWITZ dijo...

Hablaba de matices y en este mismo post de Manu encontramos a mujeres felices con lo que tienen, otras deseosas de ser aduladas,
las hay que no pueden ocultar su felicidad, algunas infelices para siempre e incluso hombres que siguen sin entederos.

Ya te digo...como la vida misma.

Rosa Chover dijo...

ENRIC PEREZ: qué bueno que tengamos puntos de vista masculinos! sosainas no creo, pero más simples, o sencillos que queda mejor, probablemente! y las mujeres más vistosas!

SUSANA: bueno, hay mucha gente que no soporta esta serie, hay ya te digo que me encanta, pero es que yo en muchas épocas de mi vida he hecho lo posible por ser desgraciada -visto desde fuera claro- así que me identifico mucho con esos estereotipos -a ratos- el tema es que me distraen... tipos de mujer? tantos como posibilidades, pero bueno supongo que siempre se pueden simplificar en cuatro o cinco o como mucho seis estereotipos, sin identificarte del todo con ninguno pero acercándote... la maternidad? uff, a mí sí me parece algo revolucionario, en el sentido de que te revoluciona como mujer por dentro y por fuera, no eres la misma después de ser madre y antes, e incluso ninguna sabe cómo puede reaccionar después de engendrar un hijo, he visto amigas que eran muy despegadas y cuando han tenido un hijo, sobretodo el primer año, se han centrado tanto en la maternidad que no atendían a razones de ningún tipo, otras conservan su personalidad incluso desde el primer día... y bueno poco a poco esos niños van creciendo y tú vas retomando tu vida ordinaria anterior, vuelves a tomarte un cafetito por ahí con amigas, a correr o hacer algún tipo de deporte, e incluso hasta alguna vez consigues irte de tiendas, y lo máximo es que muchas veces vuelves a trabajar, eso te devuelve tu yo anterior del todo y en mi opinión te equilibra de nuevo... todos esos procesos no les pasan a los papás, con todos mis respetos, pueden vivirlo muy intensamente, pero definitivamente no puede ser lo mismo... al menos mientras seamos nosotras las que demos a luz y las que nos cojamos la baja posterior... un besito para ti y para tu nene, yo tengo los mismos sentimientos día sí día no...

MOHRENWITZ: sí, podíamos montar una serie... estoy de acuerdo en que las mujeres dan mucho de sí, en eso creo que hay acuerdo general...

Jo Grass dijo...

Pues está claro, como dice Mohrenwitz: nosotras tenemos una amplia gama de matices, lo que da mucho juego para urdir tramas y subtramas sobre nuestros deseos, expectativas o nuestros conflictos. Ya que se han dicho muchas cosas antes, creo que, además, las mujeres hemos evolucionado MUCHÍSIMO en los últimos años, vamos que, de la generación de mi madre a la mía hay un abismo!!! y los hombres NO, continúan con sus mismas obsesiones, preocupaciones o intereses, así que, si los sacamos de las series de polis, tiros o conflictos laborales, con abogados por en medio, no dan para mucho más. Es una lástima pero, las cosas como son: el universo femenino es muy rico porque nosotras nos pasamos la vida cultivándolo. A ver cuando se ponen ellos las pilas y hacen lo mismo, jajaja
besos

Rosa Chover dijo...

JO GRASS: algo de razón tienes, querida Jo, pero no toda espero, también hay hombres llenos de matices, y sino mira a Woody Allen, pero en el caso de ellos siguen tirando más dos tetas... jajaja, y sino que le pregunten a Mia Farrow... hablando en serio, muchas de estas series las escriben hombres, como en el caso de Mujeres desesperadas, y la gran parte de novelas que leo últimamente y que describen mujeres enormes son novelas escritas por hombres, pero está claro que siguen siendo minoría... quizá lo sean siempre, quizá además de cultura haya algo en los genes, algo ancestral que les hace ir a buscar el pan, luchar más afuera de la casa que dentro de la casa, preocuparse por cosas que a nosotras no nos preocupan tanto y no darle a la cabeza con problemas que para nosotras son esenciales y para ellos ni existen, quizá finalmente eso nos enriquece mutuamente y nos complementa??? no lo sé...