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jueves, 14 de enero de 2010

Atrapados


Nunca quise ser un hombre. Eso es una ventaja en los tiempos que corren, y más aún en los que corrían antes. Escuché que un señor se hizo la operación de cambio de sexo después de los cincuenta y varios hijos. Siempre quiso tener ovarios y no pene.
Los transexuales han pasado de ser unos bichos raros y vestidos de putas y putos para convertirse en gente como tú y como yo, pero atrapada en un cuerpo que no corresponde a su pensar y sentir.

Hace algunos años España se puso a la cabeza de las legislaciones más pioneras en este sentido, y permitió que se pudiera cambiar la identidad en el DNI sin siquiera tener que cambiar de sexo quirúrgicamente. A mí en concreto me pareció un disloque. Cuerpo de hombre, carnet de mujer? Pero quién soy yo para hablar de algo que me suena tanto como los osos de Alaska?

Pues aquí estoy, hablando de los osos en Alaska, osadía la mía, pero no lo he podido evitar al escuchar por todas partes cómo un menor de 16 años se sometía a este tipo de cirugía, viendo convertirse su pene en vagina antes de llegar a los 18 años.

El chico llevaba dos años de tratamiento psiquiátrico, endocrino y hormonal, o sea desde los 14, y ha pasado por la autorización de sus padres y de un juez. Ahí es nada. Afirma su médico, Iván Mañero, que su paciente se sentía mujer desde los 4 o 5 años. Y afirma también que cuanto antes se realiza la operación es mejor para detener el crecimiento hormonal del sexo que se quiere cambiar. Por lo que mejor a los 18 que a los 16. Claro que, esto me lleva a pensar, pues bueno si lo tenía tan claro desde los 5 años, por qué no operarle a los 12 en vez de a los 16? Dónde está el límite, si es que tiene que haber uno? Es el discernimiento del chaval? Porque si es por eso, los jueces están obligados a escuchar a los menores desde que tienen 12 años en cualquier procedimiento que les afecte. Claro que a partir de los 13 pueden tener sexo consentido con un adulto sin que se penalice al adulto. Y desde los 14 son penalmente responsables de sus actos. Desde los 16 pueden trabajar e independizarse, tomar la píldora del día después y abortar sin consentimiento de nadie. Y por último, a los 18 pueden fumar, beber, conducir coches y votar en las elecciones.

Yo lo único que espero es que mantengamos la cordura y que un juez sea siempre el que tenga que dar vía libre a este tipo de serias e irreversibles intervenciones. Ni me fío de los padres ni de los jurados populares. Qué le voy a hacer.

8 comentarios:

Lola dijo...

En ocasiones la madurez para elegir no se mide por la edad. Yo, si hubiera estado en ese caso pienso que si se tiene claro...para que sufrir más? Habría que ponerse en el lugar de esas personas a las que todo el mundo mira como apestados y su vida es un infierno.
Un fuerte abrazo, Manuela. Lola

Edito-e dijo...

Estoy de acuerdo contigo. A mi parecer deberían crear un departamento independiente en los juzgados que tratase todo este tipo de temas. Hay libertad para tantas cosas...y no hay libertad para ser ¿uno mismo?
Tiene que ser duro. Me interesa mucho este tema. Besos

Franki Salbla dijo...

Lo del juez lo tenéis claro?. Me creo pecáis de ingenuas, por lo demás, que dificil es opinar sobre el tema.
De paso yo también tengo un blog: http://franfisalbla.blogspot.com
Abrazos

Rosa Chover dijo...

sí, Lola, para todo habría que ponerse en los zapatos del otro... pero a veces ni aunque lo intentes se puede... Elisa bienvenida, estaría bien que hubiera jueces especializados, cada vez lo están más en las grandes ciudades, como con los juzgados de familia y los juzgados de violencia de género, pero a veces no pueden llegar con la especialización a todos los rincones de España, pero creo que vamos mejorando...
Franki, qué bueno tenerte, no sé si pecamos de eso, pero estoy contigo, qué difícil es opinar... yo siempre prefiero la voz de alguien que pone su razón para opinar antes que su corazón, y eso me quiero creer que hacen los jueces...

anouk dijo...

Desgraciadamente no todos los jueces ponen la razón antes que el corazón a la hora de actuar, pero cierto es que estamos tratando un tema delicadísimo.
De todas formas pienso que una persona de 16, 18 años no es madura para una serie de decisiones importantes en su vida , por el simple hecho de que no le ha dado tiempo .No sé si este menor del que estamos hablando es o no maduro pero lo que puedo imaginar es que debe haber sufrido lo indecible durante toda su vida por esta causa.

Panico dijo...

Con dieciséis años...¿no hay madurez para saber si uno se siente hombre o mujer?
No creo que un adolescente decida cambiarse de sexo por capricho...

Anónimo dijo...

Bueno, al margen de las consideraciones morales, imagino que el situar la edad en los 16 obedece a razones de desarrollo fisiológico de los niños porque, aunque no tengo ni idea, imagino que se debe estar formado sexualmente antes de plantearse una operación de ese tipo e imagino que al igual hay complicaciones en realizar la operación a una niña de 12 años que todavía no ha tenido la regla.... pero lo dicho, ni idea.
Respecto al fondo social del tema, es complicado de narices, pero personalmente creo que los jueces simplemente están para velar por los derechos y el cumplimiento de la legislación existente, no para decidir sobre este tipo de cuestiones, en las que creo, quienes tienen que saber (y en su caso permitir)lo que se hace son los especialistas médicos que traten cada caso, que son los únicos que pueden evaluar el beneficio respecto al perjuicio a nivel físico y psiquiátrico del menor.
Cris

Rosa Chover dijo...

hola Cris, siento disentir pero cada vez me fío menos de los médicos, muchos de ellos lo que van es a por sus honorarios, tal y como suena, tengo varias experiencias que lo corroboran, así que de su interés por operar me fío lo mínimo, y en cuanto al Juez, bueno será lo que será pero legalmente su misión es defender los intereses del menor por encima de cualquier otro interés, qué quieres que te diga, me da más confianza... pero como tú bien dices, el tema es opinable y muy difícil de acertar...