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jueves, 7 de mayo de 2009

Fogones

Me sobran varios dedos de la mano para contar entre mis amigas a aquellas a quienes les gusta la cocina. Me refiero a cocinar, no a comer. En cambio, si pienso en amigos, me faltan los dedos para nombrarlos a todos. Y no sólo lo hacen bien, es que además lo disfrutan. En los tiempos de mi padre, los hombres se metían en la cocina sólo los domingos para preparar una buena paella, pongamos por caso. Después dejaban todos los cacharros de por medio y sus mujeres tenían que ir recogiendo todo lo que ellos habían ensuciado, que no era poco.

Pero ahora no es así. Los hombres compran, cocinan y friegan. A diario. Los hay, sí, los hay. La única cosa que hay que tener muy en cuenta es que necesitan un reconocimiento constante. Si a cada bocado repites lo buenísimo que está, mejor que mejor. Y por supuesto ni te dejes nada en el plato ni se te ocurra no repetir. Da igual que te pongas unos kilitos de más. Lo importante es que tu pareja no abandone tan noble tarea nunca más.

En las cocinas profesionales ya es otro cantar. Siempre han sido territorio de machos, y lo que más me ha sorprendido es que lo siguen siendo. Ruth Reichl, una de las crítico gastronómicas más influyentes del mundo, afirma que, si a finales de los setenta anunció que por fin las mujeres llegaban a chefs, treinta años después las cosas siguen estando más o menos como entonces: los hombres siguen dirigiendo las cocinas de los grandes restaurantes. Y entonces cuál es el cambio, le pregunta el periodista Diego Salazar en una entrevista, a lo que ella responde que "la diferencia es que ahora las mujeres eligen no convertirse en chefs top". Y termina con otra frase sorprendente: "La mayoría de los chefs necesita una esposa que se dedique a mantener su familia unida". Menos mal que lo dice una mujer. Si lo llega a decir un hombre le hubiéramos encerrado en un calabozo junto con los maltratadores de género. Ver la crónica en la revista Etiqueta Negra http://etiquetanegra.com.pe/?p=281630.

Esto me lleva a otra de las conclusiones que llevo defendiendo al menos diez años, con poco éxito por cierto, o diría mejor con poco eco: las mujeres no llegamos más alto, y me refiero a puestos directivos, porque no nos da la gana. Porque queremos disfrutar de los hijos, queremos tiempo libre, queremos ir al gimnasio, queremos un café a media tarde para pensar en tonterías, queremos descentrarnos en mitad de la mañana y charlar con una amiga que lo necesita, por teléfono o en persona, queremos viajar sin tener que cancelar porque un cliente pidió un informe de última hora, queremos calidad de vida. Y la calidad la medimos en tiempo propio, no de los demás. Y por eso las Carme Chacón o las Rachida Dati no abundan. La primera apenas respetó las seis semanas mínimas que exige la ley para estar con su recién nacido. La segunda directamente se cogió cinco días de permiso y acto seguido se puso a trabajar. Y es que una Ministra, una Presidenta de Coca Cola o una Consejera Delegada del banco Santander no pueden priorizar sus asuntos personales sobre los profesionales, porque se deben a sus votantes, a los ciudadanos, a los accionistas, y a quien cuernos les pague un pastón por dirigir sus asuntos.

Y eso nunca lo veo en los medios. Estoy harta de leer cómo nos discriminan y no nos promocionan para los altos vuelos. Pero no escucho nada sobre nuestro desinterés por los puestos directivos, de nuestra falta de ambición profesional y de nuestra falta de centramiento para una sola cosa. Siempre estamos atendiendo varios fuegos y así disfrutamos más. Y eso sólo lo escucho cuando se lo pregunto directamente y a la cara a cualquiera de mis preparadísimas amigas currantes. Que las tengo. Gracias Ruth, me has dejado más tranquila con mis ideas políticamente incorrectas.

5 comentarios:

Paola dijo...

Ahora un hombre cocina porque es moderno,progre y cool mientras que las mujeres estan hasta el gorro de tener que hacerlo.
Es cierto,comparto tu teoria,si las mujeres no llegan alto es porque en muchos casos son capaces de renunciar a muchas cosas pero diré que una mujer lo tiene mucho más dificil que los hombres ya que despues de la empresa tiene su empresa personal que tambien tiene que mantener.
Aquel topico de "detras de un gran hombre hay una gran mujer" es generalmente cierto.
Con esto no digo que los hombres sean todos unos catetos,lo que digo es que muchas veces las mujeres tienen las cosas mucho más chungas.
Saludos.

Paola dijo...

perdón,queria poner incapaces (en el segundo parrafo)

Quique dijo...

Felicidades por el post. ¿Esto no será una encerrona?

Anouk dijo...

Pienso en mi circulo de amistades y si, observo lo que comentas en tu post.Sin embargo , y contrariamente a épocas de antaño, hoy la mujer si que puede elegir.Y entre mi circulo de amistades tb. encuentro una pareja, solo una , que invirtió los papeles tradicionales.Es ella quien viaja por Europa durante toda la semana como ejecutiva de una multinacional , llevando un supersueldo a casa, es él quien se ocupa de los niños, de llevarlos al colegio, de sus actividades escolares , de llevarlos a cumpleaños,aportando un sueldo menor, pero ellos lo decidieron así.Y así son felices.Lo bueno de nuestros tiempos es que podemos elegir el tipo de vida que queremos llevar y aquello a lo que queremos renunciar y ésto es un gran avance .

DS dijo...

"Ahora un hombre cocina porque es moderno,progre y cool mientras que las mujeres estan hasta el gorro de tener que hacerlo"
Cuántos prejuicios, no Paola?