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lunes, 12 de enero de 2009

Quiero ser gay

Mi nombre es Harvey Milk, y estoy aquí para recrutaros. Así comienza sus discursos el homosexual que llegó a político norteamericano en los setenta, y cuyo recorrido fue corto puesto que le asesinaron en el setentayocho.

No creo haberte revelado nada que no digan todas las críticas de la película y probablemente hasta su publicidad, con un excelente Sean Penn a la cabeza. Su actuación es tierna, fuerte, por momentos tímida, por momentos visceral y por otros tremendamente cerebral. Si nos fijáramos en los estereotipos, tiene más hormonas masculinas que femeninas. Su proyección pública y su ánimo de liderar el movimiento homosexual, tan ferozmente atacado en esos años, se convierte en tal obsesión que ninguna pareja, ni siquiera un delicioso James Franco, consigue apartarle de su objetivo. Así son los hombres, me dije cuando la estaba disfrutando.

A continuación de la pérdida del hombre de su vida, se busca un objeto que le dé cariño y sexo, tremendamente perturbado mentalmente pero perdidamente enamorado de él. Y ése es Diego Luna. Una mujer rubia y tonta con la que sólo se pueda hablar de amor y te permita desconectar de tu agitada vida profesional y política. Así les gustan a los hombres en el fondo, me dije. Aunque no lo admitan.

De modo que, un Sean Penn tremendamente masculino, para mi buen gusto, me mantuvo tan en vilo para ser un viernes noche, que repetiría en cualquier momento. Es más, salí de allí llorando a moco tendido y diciéndome a mi misma que quiero ser gay!

Lo que hay de fondo es una situación que se repite y repite y repite incansablemente. Políticos moralistas y manipuladores tratando de convencer a la multitud, en los setenta del pasado siglo y en la primera decena del veintiuno, de que los homosexuales se han propuesto cargarse la sacrosanta institución de la familia, cuando, coño y perdón, lo que quieren es poder formar parte de ella. Así seguimos.

6 comentarios:

MOHRENWITZ dijo...

Resulta que ahora quien se considera homosexual no pretende más que ser admitido en una sociedad que lo margina, lo denosta y hasta lo demoniza. Y además desde la otra acera, venga a fundar asociaciones, oeneges, protectorados y un sinfín de marabarismos jurídicos para defender su castigada causa.

Y es que no hay nada peor que los estereotipos. Y es que no hay nada peor que España para los estereotipos.

¿Qué sería de los gays sin los heteros opresores, o de los ateos del bús sin la iglesia inquisidora?

Eso si, Sean Penn, para variar, se sale en su interpretación.

¿Qué sería de los gays, de los heteros, de los del bús o de los de la misa dominical sin esos respiros mágicos que nos da el cine?

Anónimo dijo...

parece mentira que hoy en día se mire tanto la tendencia sexual de una persona y no su capacidad como ser humano para afrontar las situaciones de la vida. Discriminación en un trabajo por condición sexual ¿quieres decirme que el resultado de un balance de cuentas ,de un impuesto de sociedades ,de un iva depende de si la mujer que lo calculó durmió la noche anterior con Sara o con Antonio? Señores ..que estamos en el siglo XXI....Y así más y más discriminaciones ..aunque si que estoy de acuerdo con Mohrenwitz ..¿que sería de los gays sin los hetero opresores?Recuerdo cuando asesinaron a Miguel Angel Blanco,toda mi ciudad se lanzó a la calle, callada , indignada,,entre la muchedumbre que andaba apesadumbrada por una importante avenida leí la pancarta "colectivo gay contra el terrorismo" ¿realmente importaba en ese momento que la persona indignada contra esa muerte violenta se acuesta con personas se su mismo sexo????Hubieramos encontrado raro leer en esa manifestacíon "enfermos del riñón contra ETA". Reconozco que a este colectivo, el gay ,le ha costado mucho llegar a donde hoy llegó, pero como siempre ...los extremos no son buenos y el abuso del uso de una condición tampoco.Y como siempre, generalizar es un error. Anouk

Anónimo dijo...

Anouk, me cuenta por favor ese: "Reconozco que a este colectivo, el gay,le ha costado mucho llegar a donde hoy llegó". No hemos llegado a ningún sitio, por desgracia. Estoy de lleno con usted con la pancartita, menuda idiotez.
Cardona.

Anónimo dijo...

Señor Cardona: no sienta que no han llegado a ningún sitio,por favor.
Hoy en día es menos probable que hace unos años ( y no tantos) que un muchacho se case con una mujer sólo por guardar las apariencias, hoy en día se reconoce la pareja homosexual como parte de la sociedad, hoy en día (y sigo sin generalizaciones) una persona homosexual puede ir a un acto social con su pareja y decir abiertamente "te presento a mi pareja", hoy en día en cualquier serie de tv. hay una pareja homosexual como algo probable , hoy en día ud. puede unirse a su pareja legalmente y tener derechos propios de toda pareja conyugal...¿que les queda mucho por batallar, por convencer ...?si, no se lo niego, pero compare ud. la situación de la persona homosexual de hoy en día con la situación de hace 20 años , de 10 si me apura y vea los logros que han conseguido.Eso si, no se automarginen definiendose como homosexuales en aquellas situaciones donde la condición sexual es lo de menos porque no les beneficia nada.

Anónimo dijo...

Tiene usted razón anouk, hay días que lo veo todo negro, y no sé ni atisbar el principio del gris, tiene usted toda la razón del mundo, menuda lección.
Puede tutearme, y le doy permiso para suprimir el señor, soy muy joven aún, o eso creo, o siento. No sé, saludos.
Cardona.

Anónimo dijo...

me alegro de haberte hecho ver la botella medio llena.
Tengo un amigo homosexual con el que hablo bastante y quien me acerca bastante a vuestro mundo.Un mundo, por otra parte ,no tan lejos de mi mundo heterosexual, mismos problemas en cuanto a sentimientos de pareja, mismos miedos, mismos celos, mismas satisfacciones, mismas busquedas de reconocimiento por parte del otro.Mismas necesidades humanas,al fin y al cabo.